San Pedro Sula.- Aunque cuenta con 33 años de edad, Mercy Yadira Enamorado tiene la estatura de una niña de 10 años, sin poder comunicarse, caminar o comer por sí misma, por lo que su padre, Ricardo Enamorado, tiene que cargarla en brazos como si fuera un bebé.
“Me ha tocado cargar a mi muchacha desde que nació y, aunque parece una niña, pesa bastante y mi cuerpo no soporta andarla largas distancias. Este año he andado tocando puertas, solicitando la donación de una silla de ruedas, y a Dios gracias hoy la estoy recibiendo con mucha alegría”, expresó Ricardo.
Este vecino de Chamelecón, al igual que 24 familias sampedranas y de otras ciudades cercanas, fueron beneficiadas con una silla de ruedas gracias a las gestiones de la directora ad honorem del despacho Ecosocial, Karen de Calidonio, y del apoyo de la Fundación Cepudo.
Modesta Rauda, otra madre beneficiada, recordó que su hija de 44 años sufrió un derrame cerebral que le debilitó sus miembros inferiores y le dificulta caminar con normalidad. “Somos una familia pobre, no está a nuestro alcance comprarle a mi hija una silla de ruedas, pero Dios nos ha hecho el milagro y ha puesto en nuestro camino a la esposa del alcalde y a la Asociación Cepudo, para bendición”, comentó.
Igual opinión expresó Jonathan Varela, un estudiante de ingeniería en computación que sueña con graduarse y encontrar un empleo. “Esta silla de ruedas me facilitará moverme a mis clases, pero el beneficio para las personas con discapacidad no se limita aquí, pues gracias a la Municipalidad de San Pedro Sula la ciudad ha realizado cambios en su infraestructura y ahora tenemos mejores y más accesos para acceder a edificios. Los obstáculos están desapareciendo para nosotros”, destacó.
Karen de Calidonio, destacó que las sillas de rueda entregadas con el apoyo de la Asociación Cepudo son especiales, pues se adecúan a las necesidades de cada persona.
“Son sillas que se pueden ajustar de acuerdo a la altura y el peso de la persona. Además son plegables y elaboradas con materiales impermeables por lo que también se pueden utilizar al momento de la ducha”, indicó.
Aseguró que, como ha sido en los últimos casi 5 años, la ayuda continuará para las personas más necesitadas de la ciudad, atendiendo las solicitudes recibidas no sólo de los sampedranos, sino de ciudadanos de otras ciudades vecinas.
“Apoyamos a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores sin distinto de ningún tipo con alimentos, ropa, zapatos, brigadas médicas, útiles escolares y todo cuanto esté a nuestro alcance”, comentó.