San Pedro Sula. – La magia del amor, el encanto indiscutible de un entorno acogedor y una fiesta súper íntima, hicieron de la gran noche de Eduardo Pinto y Victoria Henríquez, el mejor de los recuerdos para ellos y quienes les acompañaron en su enlace y fiesta postboda.
Los novios apostaron darse el “sí, quiero” en la iglesia María Reina del Mundo, en una hermosa ceremonia nupcial donde el padre Alex Rodríguez bendijo la unión de la joven pareja. La novia ingresó regia, del brazo de madre, mientras las notas musicales de Asociación Vivaldi impregnaban la atmósfera de sutil romanticismo.
Tras salir del templo religioso, Eduardo y Victoria fueron recibidos con luces de bengala, detalle que les encantó.
Y una vez terminada la ceremonia, con sus alianzas de casados en mano, acompañados por su círculo social y familiares, Eduardo y Victoria se trasladaron a los salones Emperador del Centro de Convenciones del Hotel y Club Copantl que fueron revestidos de una atmosfera llena de romanticismo. Mezclando la belleza natural de la estancia con una ambientación exquisita diseñada bajo la organización y decoración Sonia pineda Eventos.
Los novios aportaron su toque más personal confiando la elaboración del pastel de bodas a Signature cakes, continuando su mágica noche con un fantástico banquete y una celebración completamente inolvidable.
Pero la máxima emoción llegó durante el brindis por la felicidad de los nuevos esposos, fue la madre de la novia, Rosa Heredia Arita quien alzo su copa para brindar por la felicidad de los recién casados, a la que se sumaron los padres del novio, Eduardo y Ana Silvia Pinto, los padrinos, Luis Cartajena y Yessenia Lara, y el resto de la familia e invitados.
Y fue al ritmo de Ed Sheerany y su precio tema “Thinking out loud”, que esta pareja de enamorados ingresó a la pista para dar por iniciada la fiesta nupcial.
La velada superó las expectativas, con la amenización musical de Asociación Vivaldi, pero se tornó aún más vibrante con el ingreso del mariachi; que con su trompeta, violín y guitarra llevó la celebración a su clímax interpretando canciones rebosantes de amor.
Fotos Román Valle
