San Pedro Sula.- Todo comenzó en la Iglesia Nuestra Señora de Suyapa, donde el padre Henry Asterio Rodríguez ofreció bellas palabras alusivas al importante acontecimiento en la vida del pequeño Rubén Antonio, dándole la bendición y vertiendo agua bendita sobre su cabeza, además de simbólicamente encender la vela que le dará luz en su camino.

Poco después, se trasladaron al Hotel y Club Copantl, donde familiares e íntimas amistades de Marco y Ana Cecilia Núñez, padres de Rubén Antonio, pasaron una tarde increíble, celebrando el feliz acontecimiento.

La acogedora recepción se realizó en un ambiente agradable amenizado por la reconocida agrupación musical Rouge, mientras los invitados compartían con el risueño de Rubén Antonio el júbilo de haber cumplido con el sacramento del bautismo en su vida como cristiano.
Por: Dayana Ortíz




