sábado, noviembre 23, 2024

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El caos aéreo puede costar 100 millones a British Airways

El presidente Alex Cruz dice que no dimite y que la compañía investiga la causa del fallo tecnológico

Alex Cruz, presidente y consejero delegado de British Airways desde hace un año, luchaba este lunes por seguir en su puesto tras reconocer que al menos 75.000 pasajeros se han visto afectados durante el pasado fin de semana por cientos de cancelaciones y retrasos en aviones de la compañía tras un fallo en los sistemas técnicos.

El español aseguró en una entrevista con la BBC que “su dimisión no tendría ninguna utilidad en estos momentos” y que está trabajando de forma muy cercana con los equipos para asegurar que “todas las necesidades de los pasajeros son atendidas”. Antes, medios como The Daily Telegraph y Financial Times habían pedido responsabilidades al ejecutivo español.

British Airways se enfrenta a una factura de 100 millones de euros derivada de estos incidentes, según cálculos de Citigroup. Esto representa un 5,2% de los beneficios antes de impuestos previstos para 2017, lo que explica la caída de un 2,4% en las acciones de IAG -matriz de BA, Iberia, Vueling y Aer Lingus- ayer en Bolsa.

El problema, calificado como “sin precedentes” por expertos en el mundo de la aviación, obligó a cancelar alrededor de 1.000 vuelos durante el sábado y el domingo, en uno de los fines de semana de mayor tráfico del año, ya que coincidían en Reino Unido un puente y una semana de vacaciones escolares. Citigroup estima en 175.000 personas el número de pasajeros afectados.

Cruz indicó que dos terceras partes de los pasajeros que no pudieron despegar llegarían a sus destinos a lo largo del día de ayer, y que al resto se les estaba dando la opción de poder volar en los próximos seis meses.

Ayer, todavía seguía habiendo algunos retrasos y cancelaciones en los aeropuertos de Heathrow y Gatwick. Para hoy se espera una casi normalidad en el servicio.

A pesar de que el ejecutivo español ha insistido en que el caos aéreo se ha debido a un fallo técnico en el suministro de energía, las causas de semejante crisis no quedan claras. Hace unos meses, Delta Air Lines tuvo un problema similar en Estados Unidos, lo que puso en alerta al sector sobre la vulnerabilidad de sus sistemas tecnológicos.

Según las vagas explicaciones dadas por BA, un corte de energía secundado por errores en los sistemas de back up han provocado esta situación. “Cuando tengamos las conclusiones de la investigación, daremos más datos”, ha dicho Cruz.

Los expertos se preguntan si la agresiva política de recorte de costes emprendida en British Airways había llegado demasiado lejos. Desde su llegada, procedente de la aerolínea de bajo coste Vueling, Cruz ha quitado las comidas gratis de los vuelos más cortos y ha añadido más asientos en la clase turistas de algunos aviones.

Los pasajeros tienen ahora la opción de comprar sándwiches de Marks & Spencer para comer. En los vuelos de más de ocho horas se han reducido de dos a una las comidas gratis ofrecidas por la aerolínea. “Siempre vamos a estar reduciendo costes. Está en nuestro ADN. Si un día no se nos ocurre algo para hacerlo, es que no estamos haciendo nuestro trabajo”, declaró Cruz a la revista Skift a principios de año.

Sin embargo, lo sucedido el fin de semana abre el debate. “Esta debacle cuestiona si la política de recortes de Willie Walsh, consejero delegado de IAG, ha tocado hueso”, indicaba un artículo de opinión el diario Financial Times. Los sindicatos aseguran que la desmantelación de 700 puestos de trabajo del departamento de Sistemas hace un año y su subcontratación en India han provocado esta crisis. “No hay despidos ni subcontrataciones que hayan causado estos problemas”, aseguró tajante el español.

Cruz también ha sido muy criticado por tardar tres días en dar explicaciones públicas sobre lo ocurrido, aunque el ejecutivo aseguró que su prioridad había sido “estar en contacto con los pasajeros a través de BA.com y Twitter”, donde colgó dos vídeos pidiendo disculpas y dando instrucciones a los pasajeros de que no fueran al aeropuerto a no ser que su vuelo estuviera confirmado.

Sus apariciones en la red social fueron muy comentadas. El sábado, Cruz habló en el primer vídeo vestido con corbata y, encima, un chaleco reflectante, algo que causó críticas. El domingo, en un segundo vídeo, ya sin chaleco, Cruz volvió a pedir disculpas a los pasajeros y a intentar explicar lo sucedido. Este lunes, con todavía cancelaciones y vuelos retrasados, ya no hubo más comunicaciones a través de la red social. En su lugar, Cruz ofreció entrevistas a BBC y Sky.

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