Ya es oficial. Yerry Mina jugará lo que resta de la temporada en el Barcelona y firmará un vínculo que lo unirá con el club hasta 2023. El zaguero llega proveniente del Palmeiras, institución en el que juega desde 2016 y en la que conquistó el Brasileirao.
El conjunto catalán lo fichó como reemplazo natural del argentino Javier Mascherano, quien emigrará en los próximos días al Hebei Fortune de China. Si bien los clubes aún no oficializaron el acuerdo, este se cerraría por una cifra cercana a los 6 millones de euros (USD 7,1 millones).
La transferencia de Mina se realizó a cambio de 11,8 millones de euros (poco más de USD 14 millones) lo que significaría para el club una pérdida de casi 7 millones de dólares. Pero en realidad, los dirigentes saben que la ganancia que tendrán es infinita.
El argentino de 33 años ha perdido valor de reventa por su elevada edad, pero Mina, 10 años menor, tiene un futuro más que prometedor por delante. Por eso, el Barcelona ha incluido un artículo que le asegura una ganancia de decenas de millones de dólares.
Según informó el propio club, la cláusula de rescisión del contrato será de 100 millones de euros (USD 120 millones), cifra exorbitante para cualquier defensor. Es decir, que si algún club pretende comprar al ex Independiente Santa Fe, deberá desembolsar una fortuna que le hará ganar al Barcelona cerca de 113 millones de dólares.
