La ahora primera dama ha optado por un estilo más discreto y elegante, con piezas de Gucci, Ralph Lauren, Reem Acra y Louis Vuitton
Entre los vestidos ceñidos y la ropa para vestir de día con un toque muy femenino, está por verse si Melania Trump podrá permanecer fiel a su estilo personal.
La exmodelo eslovena tuvo uno de sus momentos más altos en cuanto a moda se refiere el viernes durante la ceremonia de investidura de su esposo, dejando detrás algunos de los modelos más atrevidos de su pasado.
Ralph Lauren la vistió con un delicado modelo en azul cielo después de que brilló en un vestido de gala en tono crudo con lentejuelas de Reem Acra la noche previa a la juramentación de su esposo.
A lo largo de la dura carrera presidencial, la señora Trump mantuvo el estilo típico de una mujer de sociedad. Sus blusas solían tener colores brillantes, sus vestidos y trajes completos eran de diseñadores europeos como Gucci y Roland Mouret, aunque también hubo estadounidenses.
Antes de la campaña el viejo amor de la señora Trump por Chanel, Louis Vuitton, Manolo Blahnik y Christian Louboutin era legendario. También le gustaba mucho la joyería y no tenía pena de usar vestidos entallados.
Pero desde entonces ha optado por un estilo minimalista y chic. Siguió el ejemplo de Hillary Clinton y usó un modelo blanco de Ralph Lauren para el discurso victorioso de Trump el día de las elecciones. La señora Trump usó un traje completo, de un solo tirante, drapeado y pantalón acampanado.
Dio su primer discurso en solitario después de la Convención Nacional Republicana en una blusa con mangas rosas amponas y una falda lápiz entallada a la cintura.
El día de Año Nuevo fue toda de negro en Gucci para una fiesta, mientras que en el segundo debate presidencial en San Luis causó revuelo en internet con una blusa rosada brillante de Gucci, conocida como “pussy bow”, en crepé de seda con pantalones a juego.