No es la primera ni será la última vez que destacamos lo nefasto que es el estrés para la salud. Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por la Escuela de Salud Pública y Ciencias de la Información de la Universidad de Louisville en Kentucky y la Universidad de Emory en Atlanta (EE.UU.) ha determinado que las mujeres que sienten más estrés durante su ventana ovulatoria pueden llegar a tener hasta un 45% menos de posibilidades de concebir un bebé.
El estudio, liderado por la epidemióloga Kira Taylor, examinó a 400 mujeres de 40 años de edad o menos, registrando sus niveles de estrés diarios en una escala de 1 a 4 (siendo 1 poco estrés y 4 mucho estrés), su menstruación, los métodos anticonceptivos utilizados previamente, las relaciones sexuales con su pareja, así como el consumo de alcohol, cafeína y tabaco.
A lo largo de todo el estudio, cuyo seguimiento duró hasta que las mujeres se quedaron embarazadas o hasta que culminaron ocho ciclos menstruales de promedio, los expertos recogieron muestras de orina de todas las voluntarias, considerando el día 14 como el momento estimado de la ovulación.
Según las conclusiones del estudio, aquellas que se sentían estresadas durante su ventana ovulatoria eran aproximadamente un 40% menos propensas a quedarse embarazadas durante ese mes concreto que durante otros meses que habían sido mucho menos estresantes. Además, en las que estaban estresadas de forma general, el porcentaje ascendía al 45%.
El efecto negativo del estrés sobre la fertilidad era clave en el periodo de ovulación y este efecto continuaba aun ajustando otra serie de valores como el índice de masa corporal (IMC), la edad, el consumo de alcohol o la frecuencia de relaciones sexuales.
El estudio pone de manifiesto la importancia del bienestar psicológico en la mujer cuando se trata de concebir, siendo tan relevante como la obesidad, beber alcohol o fumar.