Rodrigo Alves ha conseguido, tras años sometiéndose a cirugías, parecerse al novio de Barbie: Ken -y digamos que no precisamente en la estatura-.
A sus 32 años se ha realizado 42 intervenciones quirúrgicas, en las que ha invertido un total del 350,000 euros: 12,000 en subir su trasero, 30,000 en implantes de pecho y más de 40,000 en operaciones de nariz (se ha realizado cinco).
Según dijo al periódico británico The Mirror, “todo el dolor para alcanzar la perfección ha valido la pena”.
Las operaciones de Alves tienen también una historia de trasfondo. Cuando era pequeño, asegura que sufrió abusos por parte de sus compañeros en un internado. “A los siete años me enviaron a un internado. Los niños me empujaban por las escaleras y metían mi cara dentro de un urinario. Tenía pechos como las mujeres y estaba gordo, feo y deprimido”, confesó a ese diario.