San Pedro Sula.- Entender la forma etérea e intangible de lo que es un milagro, fue el hilo conductor de la dulce y tierna historia de Mirna, que contra todo pronóstico de la ciencia decidió creer que Dios podía dar vida en ella y, aunque se escribe y lee sencillo, su relato se remonta a 13 años de espera…la espera de un milagro que lleva por nombre Daniel Andrés…su príncipe que verá la luz del mundo a principios de julio próximo.
Fue así como el anuncio de su llegada llenó de regocijo el corazón de Mirna y su esposo David Andrés, que desde ya están impacientes ante el advenimiento de su primogénito, un acontecimiento tan deseado como el amor que los une en familia.
De tonalidades azules con pinceladas en dorado, se pintó el salón La Ceiba del Hotel y Club Copantl para recibir a la radiante Mirna Rivera de Merino, que reflejando su gratitud y paz interior, llegó a su baby shower luciendo un exclusivo y fresco diseño en blanco, complementando su imagen con una hermosa sonrisa que transmitía su entera satisfacción al compartir una tarde inolvidable con sus más cercanas amistades y familiares.
La creativa decoración de Sujey Laínez y Eventos de El Progreso llenó la estancia de luz y alegría, realzando en el escenario central el exquisito pastel de Cake Desing´s que Blanquita Lardizábal preparó especialmente para la ocasión, además de la refinada dulcería de Chocolatier by Annie Bueso.
Como perfectas anfitrionas del baby shower en honor a Mirna: Karen de Morán, Johana de Fajardo, Esther de Portillo, Esther María Portillo, Alba Urbina y Zulema Paredes, estuvieron pendiente de cada detalle de evento prenatal, además de brindarle las más finas atenciones a la futura mamá, que seguró jamás olvidará y compartirá con su pequeño Daniel Andrés, cuál fue la clave del milagro de su vida.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero