Quizás no fue la inauguración que soñó el empresario y candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos. Pero tuvo público: un grupo de manifestantes se acercó al 1100 de la avenida Pennsylvania en pleno Washington DC para mostrarle su repudio a Donald Trump.
“Inmigrantes y musulmanes son bienvenidos aquí. ¡El hotel de Trump, no!“, decía uno de los carteles que participaron en una pequeña pero visible protesta en la puerta del renovado edificio de correos de la capital norteamericana que el magnate del real estate reconvirtió y dejó a nuevo con una inversión de 200 millones de dólares.
Con 263 habitaciones disponibles, el Trump International Hotel no será para cualquiera. Los huéspedes deberán abonar 396 dólares cada noche en los cuartos más económicos del otrora Old Post Office.
Pero la suite presidencial –esa con la que irónicamente podría quedarse el candidato republicano– es un poco más cara: 9.600 dólares. Otras más “económicas” son la Pennsylvania Avenue Suite (3.506 dólares), la Capitol Suite (4.406 dólares) o la Postmaster Suite (4.856 dólares).
Trump fundó su fama como empresario de bienes raíces en Nueva York. Allí, sus emprendimientos inmobiliarios son incontables. Y sus torres, visibles. Muy visibles. En la Gran Manzana se erigen Trump Tower, Trump SoHo, Trump Parc, Trump Place y en el Bronx, el flamante Trump Golf Links. Sin embargo, su desembarco en Washington no pasó inadvertido. Y el hotel de lujo es su apuesta más fuerte.