El papa Francisco calificó el lunes como ‘espantoso’ el ataque suicida que perpetraron militantes islamistas en Pakistán durante el Domingo de Resurrección, en el que murieron al menos 72 personas, y demandó que las autoridades del país protejan a las minorías religiosas, ya que la mayoría de las víctimas eran cristianas.
En un discurso ante miles de personas en la Plaza de San Pedro, el Papa dijo que Pakistán había sido “ensangrentado por un ataque espantoso que masacró a tantas personas inocentes, la mayoría familias de la minoría cristiana“.
Francisco dijo que el atentado del domingo en un concurrido parque público en la ciudad pakistaní de Lahore era “un crimen vil y sin sentido”.
Apelo a las autoridades civiles y a todos los sectores de esa nación a que hagan todos los esfuerzos para restablecer la seguridad y la serenidad de la población, y en particular la de las minorías religiosas más vulnerables”, declaró.
El pontífice dijo que además estaba orando para que Dios detenga “las manos de los violentos que siembran el terror y la muerte”. Una facción escindida del principal grupo talibán de Pakistán, que había declarado lealtad a Estado Islámico, se atribuyó responsabilidad por el ataque.
Pakistán es un estado de mayoría musulmana, pero su población de cristianos supera los 2 millones de personas.