Al trantrán no se gana ni a un Segunda B y el Real Madrid cayó en la encerrona de El Collao enredado en su propia trampa. Se recostó en su dominio y en los pocos apuros que le creó un voluntarioso Alcoyano que, no es que declinara dar la sorpresa, es que la buscó con tesón y sin perder ni una pizca de su histórica moral. Su estrategia fue ajustarse en defensa, provocar que a los blancos les costara abrir el partido y tratar de aprovechar cada balón que llevaran al área. Simple y durante muchos minutos efectivo.
Quiso Zidane que la segunda unidad diera un paso al frente. Isco tomó el mando para poner al Alcoyano a correr tras la pelota, la mejor forma de descoserlo. Fue fácil para el andaluz llevar al equipo al borde del área, madurando el partido. No lo fue tanto que el dominio se tradujera en ocasiones.
Pudo ponerse el marcador de cara con un disparo lejano de Valverde ajustado a la base del poste que tocó el veterano José Juan para enviar a córner. En las manos del meta gallego acabó también el primer remate de Militao. El segundo ni lo vio. En su regreso después de tres meses sin jugar, el central brasileño cabeceó un centro de Marcelo adelantándose a Primi y Raúl, hasta el momento impecable.
Sin pelota, poco podía hacer el equipo de Vicente Parras, con un incobustible Mourad intentando avanzar hacia el área y el canterano Pablo Carbonell tapando el agujero que abrían entre Odriozola y Lucas Vázquez. El primer lanzamiento a puerta fue un cabezazo de Jonas a centro de Mourad que obligó a la estirada de Lunin.
Solo fue un toque de atención que tampoco activó al Real Madrid, que probó de nuevo con un tiro alto de Lucas Vázquez y se fue al descanso con una ventaja muy pobre.
Desajuste en defensa
Y es que el Alcoyano no bajó los brazos y buscó pulmón en el banquillo. El guion parecía cambiar. El Madrid, no afinaba cara a puerta y Zidane se libró de Mariano, que rozó la expulsión, para reclutar a Benzema. La eliminatoria no estaba cerrada y, pese a los remates de Lucas Vázquez y Vinicius y un intento de chilena de Marcelo, los alicantinos apretaron… hasta que lograron su gol.
Los nervios de Lunin en un despeje de puños y el desajuste en la defensa de ese córner dejaron solo a Solbes en el segundo palo para que empujara el empate. Tembló el Madrid e intentó apretó el acelerador para no verse abocados a una prórroga que el Alcoyano quería y José Juan sostuvo sacando bajo palos otro cabezazo de Lucas Vázquez. En mitad del barullo, hubo un penalti claro sobre Militao que el árbitro no pitó.
Deseaban los blancos parar el crono, pero se vieron en una prórroga en la que Zidane echó mano de Asensio, Kroos y Hazard, y además el Alcoyano se quedó con un hombre menos. Encerraron los blancos a los locales, agarrados a las paradas de José Juan, hasta que en una contra de Diakité para que Juanan condenara al Madrid.
Con información de El Mundo