San Pedro Sula. – Instantes cargados de emoción y alegría marcaron la promesa de amor entre Carlos Andrés Cousin Handal y Valeria Alejandra Bueso Mejía, un noviazgo que nació hace cinco años. La pareja unió sus vidas en sagrado matrimonio durante una emotiva ceremonia católica celebrada en la Iglesia Sagrada Familia, donde el padre Enrique Silvestre ofició este importante sacramento. Como guías y padrinos de su unión, fungieron Lorena y Antonio Hepburn.

Tras sellar su unión con un beso romántico, Carlos Andrés y Valeria se trasladaron al elegante salón Jerusalén del Club Hondureño Árabe. Este entorno privilegiado fue el escenario de su inolvidable fiesta postboda, donde la fina y sofisticada decoración, cuidadosamente planificada y organizada por Estefany Letona, creó una atmósfera mágica.

El ambiente del salón se distinguió por una decoración elegante y moderna que cubrió cada rincón del espacio nupcial. Una armoniosa combinación de cartuchos y rosas blancas con verde follaje, acentuada por detalles en bronce y la cálida luz de glamurosas velas, realzó la estancia. Fue en este entorno donde los ahora esposos hicieron su entrada triunfal a la pista para su primer baile.

Como parte del protocolo de la celebración, los padres de los contrayentes ofrecieron un brindis sentido, colmado de parabienes y los más sinceros augurios para el futuro del nuevo matrimonio. La velada se enriqueció con momentos emotivos y personales: Carlos Andrés compartió una canción especial con su madre, Lila Handal, mientras que Valeria protagonizó un baile lleno de cariño con su padre, José Antonio Bueso. El clímax de estos gestos llegó cuando los recién casados tomaron la pista central para bailar su primera canción como esposos, un símbolo hermoso del inicio de su camino juntos.

Radiantes y felices, Carlos Andrés y Valeria deslumbraron en su mágica noche de bodas. La bella novia eligió un diseño clásico de corte romántico, exquisitamente rebordado con elegantes detalles en fina pedrería. Carlos, como todo un caballero, optó por un moderno y distinguido smoking en dos tonos, blanco y negro, complementado con una impecable camisa blanca de etiqueta, zapatos de charol y un prendido en la solapa a juego con el delicado buqué de su amada.


La alegría de la celebración fue contagiosa gracias a la vibrante energía de la agrupación Silvia Rodríguez y su orquesta, cuya música invitó a todos los presentes a celebrar el amor de Carlos Andrés y Valeria. Una noche inolvidable que marca el comienzo de una hermosa historia juntos en la cálida San Pedro Sula.





















