A Enrique de Inglaterra le costó 16 años de su vida poder hablar de su madre en público y ahora el nieto de la reina Isabel II ha admitido sentirse “muy arrepentido” por “no haber hablado” antes sobre cómo le afectó la muerte de Diana de Gales, cuando él tenía 12 años y su hermano Guillermo 15. El príncipe, hoy de 31 años, celebró este fin de semana un evento en su residencia del palacio de Kensington para la organización Heads Together, dedicada a personas con problemas mentales y que creó con los duques de Cambridge.
“Me arrepiento mucho de no haber hablado antes de la muerte de mi madre”, contestó Enrique de Inglaterra cuando el exfutbolista de la selección de Inglaterra y del Manchester United, Rio Ferdinand, le preguntó sobre el impacto que la reciente muerte de su esposa puede tener sobre sus hijos. Según la BBC, el hijo del príncipe Carlos y Lady Di lamentó haber guardado silencio durante “los primeros 16 años” de su vida. El quinto en la línea de sucesión al trono británico recordó que hasta hace tres años no empezó a hablar en público sobre su experiencia.
Está bien sufrir, siempre y cuando lo expreses. Eso no es ninguna debilidad. Una debilidad es tener un problema y no reconocerlo ni solucionarlo”, manifestó. Diana de Gales falleció en un accidente de coche en París el 31 de agosto de 1997 junto a su pareja, el empresario Dodi Al-Fayed.
“Es fácil mirar a Rio Ferdinand y decir ‘eres un futbolista de éxito y tienes todo el dinero del mundo’, pero su mujer murió. Por supuesto que va a sufrir, sin importar el trabajo que tenga”, dijo el príncipe Enrique. El exfutbolista inglés, que perdió a su esposa el año pasado víctima de un cáncer, explicó que el nieto de Isabel II “ha pasado por diversas fases” que ahora pasarán también sus tres hijos. “Escuchar su testimonio es gratificante, útil y muy educativo”, subrayó Ferdinand tras su charla con el príncipe.
Al final de la presentación, Enrique de Inglaterra añadió: “El mensaje clave es ser conscientes de que todo el mundo puede llegar a sufrir un problema de salud mental (…) Ya sea que pertenezcas a la familia real, o si eres un soldado, una estrella del deporte, un conductor de una furgoneta, si es padre, madre o hijo. Nadie está a salvo de enfrentarse a un problema mental”.