Donald Trump no les está facilitando a sus principales partidarios y asesores, desde su compañero de fórmula para abajo, el defenderlo o explicar algunas de sus posturas de campaña.
En programas noticiosos dominicales, varios altos funcionarios de Trump, encabezados por el candidato a la vicepresidencia, Mike Pence, no pudieron decir ayer si el empresario estaba apegándose o modificando su promesa central de deportar a los 11 millones de inmigrantes que viven en el país sin permiso, con la ayuda de un “equipo de deportación”.
“Él describió, en su habitual estilo franco, un mecanismo y no una política”, dijo su compañero de fórmula Mike Pence a la cadena CNN. “En las próximas dos semanas, tendrán más detalles sobre la política que adoptará”.
“Tendremos un mecanismo para ocuparnos de la gente que está en el país. Él utilizó el término ‘humanamente’. Eso será así, pero será firme y no habrá regularizaciones o naturalizaciones a menos que la gente salga del país”, afirmó Pence.
La nueva directora de campaña del candidato, Kellyanne Conway, también subrayó que los 11 millones de migrantes que carecen de papeles serían tratados de una forma “justa y humana”.
En cuanto a la “fuerza de expulsión”, la responsable observó que Trump “no la ha mencionado desde noviembre” y que el problema es “complejo”.
Tampoco está claro aún el caso del derecho a la nacionalidad de los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos. “Todo el asunto de la nacionalidad, de estadunidenses que obtienen la nacionalidad al nacer, es un tema para el futuro”, dijo Pence.
Los hijos nacidos en Estados Unidos de padres inmigrantes, incluso los de inmigrantes que viven en el país sin permiso, han sido considerados estadunidenses automáticamente desde que se aprobó la 14 Enmienda en 1868.
“Esas son las cosas que Donald Trump va a contestar. Y esta no es una pregunta simple”, dijo el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus.
Cuando se le preguntó si es un problema que el nominado republicano a la Presidencia haya dejado en el aire detalles cruciales sobre sus políticas de inmigración cuando falta poco tiempo para las elecciones, Priebus objetó: “Yo simplemente no hablo por Donald Trump”.
El sábado, el candidato presidencial insistió con su proyecto de construir un gran muro en la frontera con México y de reforzar los controles para ubicar a los indocumentados que intenten beneficiarse de la seguridad social o los extranjeros que permanezcan sin visa en territorio estadunidense.
MARCHAN CONTRA EL ODIO DE TRUMP
Unas cien personas conmemoraron el discurso de Martin Luther King con una protesta frente al nuevo hotel del candidato.
Un centenar de personas se concentró ayer frente al nuevo hotel del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en la capital estadunidense para protestar contra “su discurso de odio e intolerancia” coincidiendo con el 53 aniversario de la Marcha sobre Washington por la igualdad racial.
“Un día como hoy en 1963, Martin Luther King nos dio con su discurso ‘Tengo un sueño’ un mensaje de unidad y paz que es básicamente lo que necesitamos en este momento en el que el mensaje de intolerancia, odio y división se ha convertido en el discurso nacional”, dijo Franklin García, representante del Distrito de Columbia, donde está Washington, en el Congreso.
El político de origen dominicano y afiliación demócrata asegura, con un mensaje de “Dump Trump” (deja a Trump) en su chamarra, que la protesta de ayer va más allá de la candidatura del empresario y responde a una campaña electoral marcada por los “mensajes de odio y división”.
“Trump es el ente que maneja todo este odio, es quien ha elevado la retórica negativa. Y lo ha hecho contra los musulmanes, los latinos, las mujeres, los negros…”, continúa.
El acto de protesta, que duró alrededor de una hora, comenzó con las palabras de la reconocida reverenda negra Gail Anderson Holness, que participó en los años 60 en el movimiento por los derechos civiles de las personas negras en Estados Unidos.
“Ella estuvo en la marcha, con otras 300 mil personas venidas de todo el país para dar un mensaje de unidad y paz. Qué mejor día para protestar contra la retórica del odio de esta campaña electoral que hoy”, apunta García.
Entre los manifestantes había latinos, negros, blancos, musulmanes, hombres, mujeres, jóvenes y mayores con pancartas como “No tolerancia para el racismo antimusulmán”, “No racismo, no Trump” o, la principal, “Nosotros, el pueblo, declaramos a Donald Trump en bancarrota moral, estás despedido”.
“No se olviden de votar”, arenga en español Héctor Rodríguez, de origen puertorriqueño y presidente la asociación Latin American Voters of America (LAVA).
“Trump es un racista, sus políticas son racistas y ahora está arrodillado tratando de pedir el voto a los latinos y negros y debe de creer que somos unos estúpidos o algo así, pero el diablo siempre se reconoce y no vamos a dejarlo pasar”, comentó.
Consciente de su impopularidad entre negros y latinos, Trump intentó acercarse a estos grupos clave sin los que los expertos consideran que será imposible que gane las elecciones.
Sin embargo, ambos grupos son ampliamente favorables a los demócratas.