Ganarte el rol de la dama de honor es como ganarte un Óscar de Actriz de Reparto. Pero por más glamoroso que sea el rol, también tiene sus complicaciones.
Y si eres nueva, te encontrarás con una gran cantidad de responsabilidades que no sólo lastimarán tu cartera, sino también tu estado mental.
• Egoísmo: Es posible que la novia pida mucho de ti, así que te costará mucho trabajo ser lo menos egoísta posible.
Desafortunadamente la boda no se centra en la dama de honor, así que es importante que tomes un paso hacia atrás y, como dama, te des cuenta que tendrás que hacer cosas que no te gusten…
• Odiar el vestido de dama de honor: Está bien que no quieras verte horrible en un evento así, pero si el deseo de la novia es verte de color violeta… ni modo.
Quieras o no, es sólo un día, así que seguro puedes hacer el sacrificio. Ahora, si lo que la novia quiere hacer es humillarte, en ese caso no te dejes.
Habla con ella, ¿eres su dama o su payaso?
• Asumir que llevarás invitado: Podría ser que tus acompañantes sean las otras damas de honor. Si en verdad tienes la duda, platica con la novia, quien quita y ella no pensaba en darte otro asiento para un invitado.
• Irte de la boda temprano: Sólo porque la novia haya dicho “acepto” y el bar esté abierto, no quiere decir que tu rol como dama de honor haya terminado.
Se te pedirá ayuda con el vestido cuando la novia tenga que ir al baño, guardarle el ramo y hasta llevarle una rebanada de pastel.
• No preparar un kit de emergencia: Es súper importante que estés bien preparada para la boda. Mira, uno nunca sabe qué vaya a suceder, ¿y si se rompe el vestido? ¿y si la novia tiene un dolor de cabeza? Quieras o no, ella estará tan preocupada en otras cosas, que será tu deber estar preparada.
• Decir sí a todo: Este es un error muy común, especialmente porque te sientes comprometida con la novia, pero eso no quiere decir que ésta tenga la razón en todo.
De hecho, será preferible tener la mente ordenada para ver qué le conviene a la novia y qué no.
• No llevarte bien con las demás damas: Tienes que conocerlas, convivir con ellas y hasta planear una despedida de soltera juntas.
Así que, por más molestas que sean, la verdad es que tendrás que lidiar mucho tiempo con ellas, ¿por qué no hacer una tregua?