PARÍS.- El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron presentó el jueves una serie de medidas de seguridad a fin de aumentar los poderes policiales en medio de la creciente amenaza terrorista en Europa.
Macron insiste en que las propuestas analizadas en una reunión del gabinete no violarán las libertades civiles, pero grupos de derechos humanos temen que Francia está en camino de un permanente estado de emergencia.
El gobierno desea que el actual estado de emergencia se prolongue hasta el 1 de noviembre y que a partir de entonces entren en vigencia las nuevas normas. Actualmente el estado de emergencia tiene fecha de expiración para el 15 de julio. Sería la sexta vez que se prolonga ese status desde los ataques terroristas de París de noviembre del 2015.
La medida surge poco después de que un automóvil lleno de explosivos embistió un convoy policial en la Avenido de los Campos Elíseos de París el martes, el más reciente de varios ataques terroristas menores perpetrados en ciudades europeas.
Se trata de una amenaza a largo plazo”, dijo Macron en entrevistas con varios diarios europeos, publicadas el jueves. “Por lo tanto debemos organizarnos a largo plazo” en vez de depender de medidas temporales.
La propuesta le permitiría a las fuerzas de seguridad colocar bajo arresto domiciliario a quienes presenten “una amenaza particularmente grave”. Tales personas aun podrían desplazarse en un radio determinado, por lo que podrían trabajar y convivir con su familia.
Además se relajarían las normas para la realización de allanamientos antiterroristas, siempre y cuando sean autorizados y supervisados por un juez. Permitiría a las autoridades clausurar templos religiosos si se determina que de allí emanan llamados a la violencia y el terrorismo, y se intensificarían las medidas de seguridad en eventos deportivos y culturales.
“No se trata de un estado de emergencia permanente”, declaró a la radio Europe 1 el ministro del Interior Gerard Collomb, quien estuvo a cargo de redactar la propuesta. “Siempre tratamos de tomar precauciones para que se respeten las libertades individuales”.
Algunos grupos de derechos humanos le han pedido al gobierno revocar las medidas, por temor a que lleven a la violación de las libertades civiles.
Entretanto, aumentaban las tensiones entre la presidencia francesa y los medios de comunicación por la falta de acceso a eventos oficiales.
Los fotógrafos de prensa se negaron a tomar fotos de los ministros que llegaban a una reunión en el Palacio de los Elíseos, al día siguiente de una reestructuración del gabinete, en protesta por la negativa del gobierno de darles acceso a la foto oficial del nuevo equipo ministerial. Finalmente, se les dio acceso, pero sin cámaras de video.