Eliminado, con la impotencia de no poder cambia la historia, así entró al camerino el técnico español ‘Pep’ Guardiola, cuando terminó el juego del Bayern Múnich y el Atlético de Madrid, que se liquidó 2-2 y con el cupo para el elenco español, por lo que Guardiola y el equipo alemán se quedaron con las manos vacías.
Guardiola y el Bayer venían de caer 1-0 con el Atlético de Madrid la semana pasada y era obligatorio revertir ese marcador, pero no pudieron y el DT fracasó una vez más. No cumplió el objetivo y Guardiola cargará con la maldición de haber caído de nuevo ante un equipo español.
Se escribió también muchos estos días en Alemania sobre el abismo que separa al fanático del perfeccionismo táctico que es Guardiola del fútbol fuerte, vibrante y agresivo de Simeone. El Atlético que dirige el técnico argentino fue calificado de entrada como “el más peligroso rival” que podía caerle al Bayern en esta Champions por el exportero de los bávaros Oliver Kahn, ahora comentarista televisivo. Con ello se abundó en la sensación de que a los bávaros o al Bayern de Guardiola le persigue la maldición española.
Los títulos de la Bundesliga o de la Copa de Alemania que logre aún el Bayern con Guardiola no serán suficientes, teniendo en cuenta que sucedió a Jupp Heynckes, un tipo sosegado hasta la exasperación que se despidió del Bayern en 2013 con el triplete.
Heynckes le dio a los bávaros en su despedida los dos títulos domésticos y la Champions, tras eliminar al Barcelona por un global de 0-7 y derrotar en la final de Wembley al Borussia Dortmund. La última bala de Guardiola no se utilizó bien. Es un no a un técnico al que en 2013 entregaron su confianza el entonces mandamás del Bayern, Uli Hoeness, y sobre todo Karl-Heinz Rummenigge y que le tocó ganarse la del tercer peso pesado, el director deportivo Matthias Sammer, pero que sigue en deuda.
En algún momento se le acusó de “españolizar” al club, con los fichajes de Pepe Reina, Thiago Alcántara, Xabi Alonso y Juan Bernat, que se sumaron a Javi Martínez, ya en sus filas cuando llegó. Luego de latinoamericanizarlo con el chileno Arturo Vidal y el brasileño Douglas Costa, entretanto consolidados en su esquema.
Bayern ha seguido bajo su mandato con la fiebre acaparadora de talentos de la Bundesliga -el último, Matts Hummels, que salvo terremoto llegará al club bávaro cuando su técnico sea ya Carlo Ancelotti y Guardiola esté en el Manchester City. Al club le han caído últimamente duros reveses no futbolísticos: un periodo en la cárcel por evasión fiscal para Hoeness; sospechas de corrupción en la adjudicación del Mundial 2006 sobre su presidente honorario, el “kaiser” Franz Beckenbauer; y problemas de salud, sin diagnóstico claro, para Sammer y tampoco se pudo en la cancha, porque la maldición española sigue.