El ambientalista mexicano Gustavo Castro, único testigo del asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres, dijo que analiza demandar al gobierno de Honduras por violar su derecho al debido proceso, luego de que fuera detenido por casi un mes en ese país.
“No sé si demandaré al gobierno hondureño, aún lo estamos evaluando”, dijo Castro en su primera conferencia de prensa luego de regresar a México el 1 de abril.
“Quiero agradecer mucho a la embajadora (Dolores Jiménez), al cónsul (Pedro Barragán) en Honduras que procuraron siempre, trataron que yo estuviera en las mejores condiciones en un momento donde el gobierno de Honduras no me garantizaba seguridad”, dijo.
“Yo no podía salir de la embajada con un riesgo de ese tamaño y luego de ser testigo de un crimen de esa magnitud”, agregó al recordar que en Honduras el 90 por ciento de los crímenes quedan impunes o sin investigar.
El activista mexicano dijo que su detención en Honduras fue “ridícula, ilegal y arbitraria”. Además se realizó sin determinar las razones o los motivos de la alerta migratoria en su contra.
“Me querían llevar detenido sin mediar “, dijo.
Edgar Cortés, integrante del Instituto Mexicano de Democracia en Derechos Humanos, aseguró que para continuar el proceso no es necesario que Gustavo Castro regrese a Honduras porque ya declaró en varias ocasiones y de requerirse se podría hacer a través de la cancillería.
Gustavo Castro permaneció detenido en Honduras desde el 6 hasta el 31 de marzo, luego de que fuera detenido por autoridades migratorias en el en el Aeropuerto Internacional deTegucigalpa para que profundizará su declaración por el asesinato de la activista hondureña, Berta Cáceres, ocurrido el 3 de marzo.