Miami. – El huracán Milton perdió potencia y bajó a categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora (110 millas), tras tocar tierra en Siesta Key, en la costa oeste de Florida, pero aún representa un peligro importante por las ráfagas de viento.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) detalló en su último boletín que Milton además está provocando inundaciones repentinas en el área de la Bahía de Tampa mientras avanza hacia el este de Florida.
Milton tocó tierra cerca de Siesta Key, en la costa oeste de Florida (EE.UU.), con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora (120 millas), es decir con categoría 3.
Según el NHC, el fenómeno ha perdido fuerza pero aún se reportan ráfagas de hasta 164 kilómetros por hora (101 millas).
“Milton trae lluvias devastadoras y vientos dañinos en partes del interior y centro de Florida”, advirtió el NHC en su última actualización.
El área metropolitana de Tampa había recibido hasta unos 13 centímetros (5 pulgadas) de lluvia por hora después de que el ciclón tocara tierra, dijo Jamie Rhome, subdirector del NHC, a CBS News, lo que representa hasta tres veces la velocidad y la tasa de lluvia normal que cae en un día.
“Cuando la lluvia cae tan rápido, tan fuerte en un área urbana, casi se produce una inundación instantánea, no tiene a dónde ir, simplemente se produce una inundación repentina instantánea, y estamos viendo que se desarrolla en toda el área de la Bahía de Tampa”, ahondó Rhome a la televisora.
Las alertas por inundación repentina aún están en vigencia para el área de Tampa.
Milton es el segundo huracán que alcanza Florida en casi dos semanas, tras recibir el pasado 26 de septiembre el impacto del poderoso huracán Helene, que entró por el noroeste de este estado con categoría 4 y dejó una estela de devastación por seis estados del sureste de EE.UU. y más de 250 muertos.
El huracán Milton se formó en el Golfo de México el pasado fin de semana y rápidamente se fortaleció, al punto de llegar a tener en dos ocasiones la categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, mientras avanzaba rumbo a Florida y descargaba fuertes precipitaciones en el norte de la península de Yucatán.
En anticipación a su llegada, las autoridades locales declararon una orden de evacuación obligatoria para más de 5 millones de personas y más de 30.000 fueron albergados en refugios abiertos por las autoridades estatales en los condados que se hallaban más en riesgo de inundaciones.
Se prevé que el huracán atraviese la península a lo largo de esta noche y que la mañana del jueves salga al Atlántico por la costa este de Florida, ya debilitado.