A principios de este año, en el mes de enero, la serie B italiana (segunda división) estrenó un nuevo elemento en el reglamento del deporte más practicado en el mundo.
Se les dio a los árbitros una tercera tarjeta en color verde fosforescente para complementar las tradicionales amarilla y roja.
La tarjeta verde contradice el espíritu de las otras dos tarjetas, ya que ésta será utilizada para premiar la buena conducta de los futbolistas en el terreno de juego.
Las buenas conductas van desde desmentir una falta que se le marque al contrario hasta admitir que se quiso fingir una falta o corregir un tiro de esquina mal marcado por el árbitro central.
Nueve meses después de inaugurada esta tarjeta, en el partido del sábado pasado donde se enfrentaron el club Vicenza contra el Virtus Entella, ambos equipos italianos de la serie B, el árbitro Marco Mainardi hizo uso de la tarjeta verde por primera vez en la historia de este deporte.
Cristiano Galano, jugador del club Vicenza, ha tenido el honor de recibir la primera tarjeta verde. En el partido de su equipo ante el Virtus Entella, el colegiado señaló saque de esquina, pero Galano reconoció que su tiro se había ido directamente fuera sin tocar a ningún rival.
El árbitro Marco Mainardi corrigió su decisión, marcó saque de puerta y le mostró la tarjeta verde al jugador.
l final de la temporada, el jugador que haya acumulado la mayor cantidad de tarjetas recibirá un premio; todavía no se sabe cuál.
“Tiene un valor exclusivamente simbólico. Queremos dar más espacio a los buenos comportamientos, subrayando la carga educativa, porque todo lo positivo que ocurre sobre el campo, se refleja en los aficionados”, esgrimió Andrea Abodi, presidente de clubes de la Serie B sobre la idea propuesta al comité de árbitros italianos que finalmente se ha llevado a cabo.”
