Un total de 51 millones de italianos están llamados este domingo a las urnas para participar en un referéndum que tiene como objetivo limitar la explotación de los yacimientos petrolíferos marinos que se encuentran dentro de sus aguas territoriales, es decir a menos de 12 millas de la costa italiana (unos 22 kilómetros).
En concreto, los italianos deberán decidir si desean modificar la ley vigente, aprobada en el año 2006 y que permite que las plataformas petrolíferas existentes puedan continuar operando hasta que el yacimiento se agote. Es decir, si quieren poner una fecha de caducidad a dicha explotación. O si por lo contrario, prefieren votar “no” a la reforma de la ley, y dejarla tal y como está.
El problema es que el referéndum sólo resultará válido si vota la mitad más uno de los italianos llamados a las urnas, algo que no está claro que suceda. Los colegios electorales abrieron a las 7.00 horas y cerrarán a las 23.00 horas.
En la actualidad existen 44 concesiones en Italia que gestionan un total de 48 plataformas petrolíferas ubicadas dentro de las aguas territoriales italianas. Según la legislación vigente, las concesiones tienen una duración inicial de 30 años, prorrogables primero por otros 10 años y en otras dos ocasiones por cinco años más. A partir de entonces, las compañías que explotan el yacimiento pueden solicitar la continuación de la explotación hasta agotarlo.
Asociaciones ecologistas como Greenpeace y WWF han protagonizado diversas movilizaciones y campañas a favor de la participación en el referéndum -ya que la abstención es uno de los principales riesgos-, y a favor de votar “sí” a la modificación de la ley para así evitar posibles “riesgos ambientales y sanitarios”.
Dichas organizaciones admiten que es difícil que en Italia suceda una catástrofe ambiental de la magnitud de la ocurrida en el Golfo de México en verano de 2010, cuando una plataforma explotó vertiendo al océano 780 millones de litros de crudo, pero alertan que es posible un desastre ambiental si se produce un mal funcionamiento en una de las plataformas.
Coincidiendo con la celebración del referéndum, Greenpeace publicó esta semana un estudio realizado por ISPRA, el Instituto Superior para la Protección y la Investigación, que ponía en evidencia la existencia de agentes contaminantesentre 2012 y 2014 que superaban los niveles establecidos por la ley en plataformas petrolíferas que se encuentran en aguas territoriales italianas. Pero más allá de eso, las asociaciones ecologistas insisten en que el referéndum tiene como objetivo mandar una señal al Gobierno a favor de una política que apueste por las energías renovables.
Los partidos políticos han tomado posiciones muy diversas ante el referéndum. A favor del “sí” -es decir, de que se modifique la ley y se limite la explotación de los yacimientos petrolíferos- se encuentran la mayor parte de los partidos de laoposición: desde formaciones de izquierda ecologista, hasta la derecha más conservadora de la Lega Nord, de Matteo Salvini, o el Movimiento 5 Estrellas, de Beppe Grillo. Esto ha hecho que muchos consideren que el referéndum no es una consulta ambientalista, sino contra el Gobierno del primer ministro Matteo Renzi.
El referéndum ha sido convocado por primera vez por diversos Gobiernos regionales. En concreto, los de Basilicata, Marche, Apulia, Cerdeña, Véneto,Calabria, Liguaria, Campania y Molise.