El Consejo de Estado francés declaró este lunes ilegal la técnica que consiste en cazar aves con pegamento, hasta ahora considerada un método “tradicional” en cinco departamentos del sudeste del país (Alpes de Alta Provenza, Alpes Marítimos, Bocas del Ródano, Vaucluse y Var).
El máximo órgano administrativo francés concluyó que este método no puede autorizarse en las condiciones actuales por ser contrario al derecho europeo, ya que causa un daño “irremediable” a todos los pájaros capturados, según dictaminó el pasado marzo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Así, el Consejo de Estado anula los decretos ministeriales que fijan el número máximo de capturas de mirlos y tordos con la conocida “técnica de la liga”, que consiste en instalar varillas untadas de pegamento, a veces escondidas entre los arbustos para atraparlas vivas.
Este tribunal observó que ni el Gobierno ni la Federación Nacional de Cazadores (FNC) han aportado pruebas suficientes para confirmar que la caza con pegamento solo conduce a la captura de pequeñas cantidades de aves pertenecientes a otras especies distintas de las buscadas.
También señala que no se puede decir que las aves atrapadas accidentalmente sufran daños insignificantes cuando se liberan y se limpian del pegamento con el que quedan impregnadas, especialmente en su plumaje, según un comunicado de este organismo.
Además, el Consejo de Estado especifica que si bien la directiva sobre aves puede autorizar los métodos tradicionales de caza, el único objetivo de preservar estas tradiciones no es suficiente para justificar una excepción.
La directiva europea en esta materia prohíbe el uso de métodos de captura masiva o no selectiva, pero prevé la posibilidad “si no existe otra solución satisfactoria” de capturar determinadas especies en pequeñas cantidades “en condiciones estrictamente controladas y de manera selectiva”.
Con esta resolución se pone fin en Francia, el último país de la Unión Europea que permitía esta práctica, al conflicto de la caza de aves con sustancias adhesivas, rechazada por las organizaciones animalistas, como One Voice y la Liga francesa para la protección de las aves (LPO).
Con información de EFE