La ‘celebrity’, publica el diario británico ‘The Sun’, ha admitido haber recibido inyecciones en sus nalgas, pero no para agrandarlas, sino por un tratamiento contra la psoriasis.
En un encuentro digital con sus fans ha declarado que, aunque mucha gente creyese que había pasado por el quirófano para ponerse implantes en las nalgas, las marcas que alguna vez se han visto en la parte baja de su trasero corresponden a las inyecciones de cortisona que recibió para recuperse de la enfermedad.
“Vivía al lado de Kitson (una boutique de Los Angeles). Uno de mis vecinos era dermatólogo” relataba a sus seguidores. “Cada pocos años me dan un pinchazo de cortisona”. Es conocido el problema que Kim tiene con esta afección de la piel, que causa molestos y dolorosos sarpullidos.