San Pedro Sula. – La chispa entre Rosi y Abraham existió desde siempre, puesto que se conocieron hace 10 años en la Iglesia de Cristo Ebenezer. Se hicieron amigos, pasó algún tiempo e iniciaron una romántica relación que lleva casi 7 años a sus espaldas, hasta culminar su relato con una velada nupcial que encantó a todos por igual.
Eligieron los verdes y encantadores jardines del Hotel Copantl para celebrar su unión religiosa a cargo del diacono Juan Marcos Ávila, mientras sus padrinos de bodas presenciaban el esperado enlace que cautivó la atención de los expectadores durante aquella noche.
Los novios apostaron por concretar su fiesta postboda teniendo como escenario el salón Omoa de la casa hotelera, donde la desbordante creatividad y diseño floral de Jackie Cabrera y Mariella Castellanos, atavió la estancia con los más especiales detalles de acuerdo a la clásica y muy elegante temática decorativa con leves toques rústicos.
Ambos novios compartieron un estilismo personalizado en su más pura esencia. Rosi se decantó por un sobrio modelo que confeccionó su diseñadora de cabecera, Karen Maldonado, quien supo enfundar a la novia en el más impecable blanco que realzó destellos de fina pedrería a la altura de la cintura. Complementó su imagen con un fascinante bouquet de aroma natural. Por su parte, Abraham no se quedó atrás, pues eligió acertadamente un chaqué y corbata oscura, chaleco ocre y camisa blanca de etiqueta, que lo hicieron lucir como todo un caballero.
Los recién casados, derrocharon romanticismo y complicidad a cada instante, haciendo de la sesión fotográfica para Farah La Revista una secuencia de imágenes que reflejan la intensa conexión y el amor que entre Rosi Lisbeth Portillo Bejarano y Abraham Moisés Aguilar Pérez, hicieron sentir a quienes les acompañaron en su inolvidable noche.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: ElDiarioHN