San Pedro Sula.- La historia de Astrid y Marvin fue bonita desde el principio. Tras conocerse, los jóvenes pronto supieron que estaban hechos para estar el uno con el otro. Haciendo caso a sus corazones, en el momento y el lugar indicado, se dieron el “sí, quiero” en una boda inolvidable.
San Pedro Sula conquistó sus corazones desde el primer momento, y es por eso que quisieron hacer del Hotel y Club Copantl el escenario de su “sí, quiero”. Concretamente, la pareja se decidió por el Salón Yojoa, ubicado en el primer piso de la casa hotelera: un preciso lugar en pleno que posee un marco incomparable.
Gracias a la ayuda incondicional de Elías del Cid, los enamorados pudieron hacer todos sus sueños realidad. Desde siempre, Astrid y Marvin tenían en mente un estilo de celebración boho-chic, una boda personalizada y muy íntima… ¡y así lo lograron!
De ese gran momento, del emotivo reencuentro de la pareja con sus más queridos y, por supuesto, del amor que se respiraba de forma incondicional, fue testigo el equipo fotográfico de Farah La Revista que logró un reportaje nupcial fantástico, en el que quedan reflejados cada uno de los detalles que, precisamente, hicieron única e irrepetible la gran noche de esta pareja: la boda de Astrid Meraz y Marvin Aguilar.
Por: Dayana Ortiz