San Pedro Sula.- Fue en el verano del 2009, cuando el destino quiso que Beatriz y Juan Carlos coincidieran estudiando en la misma universidad. Así, la época inolvidable que a muchos nos regala ese tiempo, a ellos les brindó algo más… Si bien siempre tenemos un primer amor, ese “amor de estudiantes”, para ambos ese idílico romance acabó formando parte de sus vidas, llenando sus caminos y uniéndoles para siempre de la mano por más de 7 años.
Y aunque al principio no hubo mucha atracción, pasaron unos 4 meses y luego empezaron a salir para después de un par de meses más iniciar una relación de noviazgo que comenzó concretamente un 22 de julio. Tras 7 años convirtiéndose en inseparables, Juan Carlos decidió dar un paso más en su relación: proponerle matrimonio a la chica de sus sueños.
Sucedió durante el cumpleaños de Beatriz, y ¿Qué mejor fecha podría existir?; Juan Carlos organizó una recepción con toda la familia presente y en complicidad con la mejor amiga de su novia la llevaron a un evento de maquillaje para evitar toda sospecha. Esa noche Beatriz llegó a su casa para encontrarse sorpresivamente a todos sus seres queridos; cenaron y justo al momento de partir el pastel ¡apareció Juan Carlos!…llevaba en sus manos una cúpula de cristal similar a la del film de “La Bella y la Bestia” y una rosa dentro con la sortija de compromiso ¡esa si fue una sorpresa!…un momento que Beatriz jamás olvidará, puesto que además se trataba de su cuento favorito.
La decisión fue mutua y, después de hablarlo varias veces, ambos comenzaron a organizar el día que marcaría un antes y un después en esa vida que habían formado juntos, ya desde hacía varios años atrás: era el momento de celebrar su amor ante el altar y al lado de todos aquellos que habían visto crecer su mágica historia.
Cada uno de los momentos vividos previo a la ceremonia fueron el cúmulo de un montón de emociones indescriptibles. Tanto la novia como el novio, calmaron sus nervios en compañía de sus cortejos respectivos ¡Pura diversión!
Para su gran noche, ambos novios apostaron por un look lleno de sofisticación. Beatriz deslumbró por completo con un outfit nupcial fuera de lo común. Cada detalle de la antesala de su presentación fue cuidado al mínimo. La novia lució un precioso vestido de London Brides de larga cola con escote corazón, hombros caídos y corte a la cadera con varios volantes en cascada, acabados de tul y detalles rebordados.
Como calzado, apostó por unos estupendos zapatos de tacón alto en color nude. Para su maquillaje, Beatriz quiso algo muy potente e iluminador, confiando para ello en Nicole Mejía, quien además le hizo un precioso recogido que complementó con un precioso velo corto ¡estupenda elección! Un bouquet de rosas con el tallo largo puso el broche de oro a su look nupcial….su detalle en él fue verdaderamente enternecedor.
Juan Carlos escogió un smoking azul intenso con solapas negras, camisa blanca de etiqueta y corbatín oscuro, diseño exclusivo de London Brides & Tuxedos. Un look nupcial ideal al que acompañaron unas mancuernillas personalizadas.
Ambos buscaban un estilo romántico en su “sí, quiero” e inspirado por completo en los anhelos de Beatriz. Por ello, no dudaron en celebrar su ceremonia religiosa en la Iglesia Nuestra Señora de Suyapa, en una homilía especial a cargo del padre Fernando Ibañez. La fabulosa decoración de Jaqueline Cabrera hizo del recinto un lugar de ensueño, cumpliendo cada detalle solicitado por la novia.
Al encontrarse juntos, frente al altar, la atmósfera en torno a ellos era una mezcla de sus fragancias predilectas: “SÍ” de Giorgio Armaní y “Bvlgari”…el aroma de sus últimas notas parecían ser la combinación perfecta…
Tras la ceremonia, novios e invitados se desplazaron hacia el salón Forjador de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, una estancia elegante que reunía todos los recursos para su fiesta nupcial. Soñaban con reflejar su personalidad en cada detalle, sintiéndose cómodos siempre en busca del equilibrio entre la formalidad y la diversión. Para ello, la pareja contó con la ayuda de la wedding planner Ruth Pérez; gracias a su equipo y experiencia, los novios consiguieron celebrar su boda en el escenario que siempre habían soñado. No faltaron un sinfín de detalles, cristales, velas y rosas, bajo un telón en tonos naturales y nude.
Ruth Pérez se encargó de presentar un banquete nupcial exquisito y un menú creativo, moderno… Un auténtico placer para el paladar. Por su parte, Dj Blanco amenizó toda la noche gracias a su iluminación y música la fiesta fue ¡todo un éxito! De esta forma, novios e invitados disfrutaron de una noche inolvidable; al son de un sinfín de canciones, todos compartieron la emoción del momento, las risas y, por supuesto, ¡los bailes!…y, ¿cómo olvidar el lanzamiento del ramo de novia y la retirada de la tradicional liga?…¡momentos mágicos y divertidos!
Por su parte, la novia eclipsó a todas las chicas de la boda dando paso a una de las tradiciones más emblemáticas de la celebración: el lanzamiento del ramo. Entre diversión, nervios y muchas emociones, Beatriz tiró el ramo ¡como si de una película de Hollywood se tratase!
De esta noche y de este mágico amor, fue testigo el equipo fotográfico de Farah La Revista, que con el apoyo de las imágenes de Manuel Chinchilla, logró sin duda, hacer un reportaje nupcial fantástico, en el que quedó reflejado cada detalle del escenario y cada gesto de complicidad entre Beatriz Prieto López y Juan Carlos Fugón Trochez… un “sí, quiero” cuidado al mínimo detalle.
Por: Dayana Ortiz / Fotos de: Manuel Chinchilla y Samuel Romero