San Pedro Sula.- Carlos y Karla se conocieron hace cinco años, en un momento en el que ambos trabajaban para una institución bancaria en la ciudad y tan solo 2 meses bastaron para que iniciaran una relación que los llevaría a conocerse aún más y comenzar a sentir esa complicidad única que acabaría uniendo sus caminos para siempre.
La atracción fue mutua desde el primer momento en que cruzaron sus miradas y así, pasaron de una bonita casualidad al amor más puro y real culminando con su compromiso de matrimonio en uno de los restaurantes favoritos de su novia. Fue en la cálida ciudad de La Ceiba, el lugar de origen de Karla, donde Carlos arrodilló su corazón y sacó de su bolsillo una cajita con el anillo de pedida en su interior. De esta forma, la pareja se comprometía de forma oficial y hacía posible su tan esperada y romántica celebración.
El lugar escogido desde un principio para su gran día fueron los salones San Pedro del Hotel y Club Copantl, una estancia que se volvió perfecta para ambos enamorados, quienes no quisieron dar una oportunidad a otros espacios, pues siempre supieron que ese era el idóneo para su enlace. Un escenario diferente, perfecto para la celebración de una boda muy romántica, con la belleza más natural de un escenario compuesto por maravillosos detalles y con una mágica noche como protagonista indiscutible de su recepción postboda.
Entre una mezcla de estilos únicos, como el romántico y el clásico, y bajo la coordinación y planeación de la talentosa Marcela Cueva, Carlos y Karla, lograron plasmar en cada rincón de escenario el reflejo de dos tradiciones que se unían para siempre con la celebración de su enlace. María Dolores Uclés de Casa, Jardín y Más, logró la perfección absoluta con una decoración protagonizada por un sinfín de preciosas flores –a juego con el ramo de la novia–, en una línea de diseño personalizada y excepcional. La amenización musical de Dj Luna resultó indispensable para darle a la velada ese agregado enérgico y aún más alegre.
Ambos novios lucieron radiantes apostando por la pura elegancia en sus looks. Un diseñador ceibeño se encargó del ajuar elegido por Karla para la confección de su perfecto vestido de novia; un delicado modelo con escote halter, sin excesiva ornamentación, escote y preciosa falda de corte asirenado. Carlos, por su parte, deslumbró con un clásico smoking en tono oscuro y solapas asedadas. Su corbatín negro complementó el toque distintivo de su vestuario.
El equipo fotográfico de Farah La Revista tuvo el privilegio de presenciar uno de los días más importantes en la romántica historia de Carlos Moreno y Karla Iveth Zelaya, retratando en cada imagen la felicidad vivida en su enlace. Fotografías llenas de luz y sentimientos, convertidas en un recuerdo único de aquella gran noche…
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero