San Pedro Sula.- Tras vivir un sinfín de experiencias durante su relación, el amor entre Dennis y Benedetta estaba más fortalecido que nunca. Ambos habían creado un vínculo, una fusión… la pareja ya era amiga y su relación se basaba en una complicidad única. Por ello, y después de vivir varios enlaces de amigos, llamó a sus puertas el gusanillo de darse el “sí, quiero”… y fue Dennis quien dio el gran paso, como no podía ser de otra forma: en el momento y lugar perfecto, el joven sacó de su bolsillo el anillo de compromiso. Por supuesto, Benedetta no dudó ni un segundo en responder con un gran “¡sí!”.
En ese instante, comenzó su nueva aventura. Los jóvenes lo tenían claro: querían una boda clásica y bonita, en la que sus invitados se sintieran cómodos y, sobre todo, buscaban que la naturaleza de su esencia adquiriera un sentido especial, siendo la protagonista absoluta de su escenario… y así fue. Con la asesoría y organización de Ruth Pérez, su noche de bodas se convirtió en un sueño hecho realidad.
Tras mucho meditarlo, ambos escogieron la localidad del Club Hondureño Árabe para celebrar su romántica noche. Concretamente, la pareja se decidió por un lugar muy especial, una bella estancia dentro de un entorno privilegiado, vistiendo así el salón Mediterráneo con la creatividad de Jackie Cabrera, pero siempre bajo un sinfín de pinceladas llenas de personalidad, destacando detalles únicos entre verdes follajes y sus flores favoritas.
Para amenizar el convite y la fiesta postboda, los novios apostaron por un estilo de música variado de toque carnavalesco, logrando reflejar por completo la personalidad de ambos ¡Todo un éxito! Dennis y Benedetta se plantearon disfrutar de sus más queridos desde el minuto cero en su gran noche, y así lo consiguieron. La pareja logró hacer de su enlace una velada llena de momentos únicos; una boda divertida, alegre y completamente diferente.
El novio lució brillante con un clásico traje de tono oscuro, corbata asedada en gris y camisa blanca de etiqueta ¡un galán! Por su parte, la novia se decantó por un precioso vestido de la más reciente colección de Maggie Sottero, elaborado en organza rebordada, larga cola y escote corazón –un diseño muy fresco y cómodo para bailar–, complementando su look nupcial de manera muy particular, puesto que eligió un ramillete de rosas nude en cascada que Jackie Cabrera sugirió y creó de manera impecable. Benedetta apostó por un recogido con texturas de aire desenfadado y un maquillaje muy natural que destacaba sus hermosos ojos y miradas de mujer enamorada ¡encantadora!
De ese gran momento, del emotivo reencuentro de la pareja con sus más queridos y, por supuesto, del amor que se respiraba de forma incondicional, fue testigo el equipo fotográfico de Farah La Revista, en un reportaje nupcial fantástico, en el que quedan reflejados cada uno de los detalles que, precisamente, hicieron única e irrepetible la gran noche de esta pareja: la boda de Dennis Duarte y Benedetta Orellana.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero