San Pedro Sula.- La espera terminó llegando al destino que ambos forjaron…Guillermo y Mildred nunca se olvidaron del sentido real que tuvo tanto preparativo; la razón principal de los nervios y la ilusión de ambos, fue sin duda que habían tomado la decisión de concederse la noche más importante en su relación…ellos eran lo esencial. Para ella no existía lo necesario ni lo imprescindible si él la estaba esperando en el altar de la iglesia María Reina del Mundo para jurarse amor eterno durante la ceremonia que ofició el padre Pedro López.
Un clásico velo cubriendo su precioso rostro y un bouquet en cascada de tonalidades nude y verdes, compuesto por rosas naturales, aportaron un toque romántico absolutamente único en su look de novia. Solo unos pasos faltaban para vivir ese momento que sin duda era la culminación de todo un proceso emocionante y algunas veces agotador, pero que mereció la pena tan solo por ese primer instante…llegaron a ese punto, más tranquilos de lo que podían esperar de sí mismos para protagonizar el instante que habían construido en sus corazones. La sensación de que ya todo estaba hecho y que a partir de ahí ya no dependía de ellos el desarrollo de los acontecimientos, hizo que empezaran a disfrutar por fin de aquello que habían preparado durante meses.
Fueron declarados unidos en matrimonio eclesiástico y dedicaron unos minutos a las inolvidables fotografías para luego abordar un clásico mercedes del 72 rumbo a uno de los enclaves más hermosos de la parte alta de la ciudad: el Club Hondureño Árabe. Allí, aguardaron unos minutos para realizar su tradicional entrada en la que desbordaron sus más profundas emociones y plena felicidad.
Cuando todos estaban cómodos y ansiosos por ver a la pareja de contrayentes, Guillermo y Mildred ingresaron colmados por un torrente de aplausos y ya en la pista central, luego de su primer baile como esposos, los respectivos padres –Samuel Bográn y Héctor Reyes– ofrecieron emotivos mensajes que los selectos invitados escucharon con mucha atención.
Ambos buscaban una boda tradicional, pero a la vez salpicada de sus personalidades y un sinfín de detalles originales; todo, bajo la misma esencia que los caracteriza y que de manera sutil envolvió el fabuloso telón de fondo. Por ello, decidieron confiar a Susana Prieto, la absoluta planeación, diseño y montaje de su gran noche de bodas, destinando así todos y cada uno de los espacios del lugar a la celebración de los distintos momentos y aprovechar cada rincón natural del elegante salón Palestina.
De forma predilecta, no concedieron a otra coordinadora que no fuese Irela Pérez el protocolo de la celebración de su gran día, pues reunía por completo todos los requisitos que ambos deseaban para el cuidado de los detalles de su acontecimiento nupcial. Fue un evento muy especial creado a la medida de sus protagonistas.
Asimismo, buscaron la inspiración que necesitaban para dar esa esencia tan única con la que soñaban, gracias a la apuesta floral de Jackie Cabrera. Siguiendo su línea más personal, y en absoluta armonía con el estilo propio del escenario escogido por ambos, se decantaron por vestir su boda bajo un manto de romanticismo y elegancia. Los colores nude y blanco lograron acentuar ese efecto chic, mientras que pinceladas de verdes y silver, en una gran variedad de tonalidades, le dieron la esencia natural que la pareja tanto deseaba reflejar en su inolvidable velada.
Todo el ambiente mezcló la genialidad del diseño en una composición de follajes, hortensias blancas y rosas abiertas en nude que fueron importadas desde Guatemala, haciendo de la atmósfera un lugar acogedor y lleno de sobriedad. Hermosos ficus benjamina realzaron su espesor en los extremos del salón encortinado con delicados lienzos de organza en tonalidad cruda.
La estación de fiambres, quesos, ceviches y postres, se convirtió en la antesala de la recepción y al son de un acústico maravilloso de Sonny Morán, todos los paladares sucumbieron al exquisito menú de bodas elaborado por la casa, banquete que siguió con una fiesta postboda incomparable en la que Bishop DJ puso el ritmo con canciones cargadas de emoción y energía. Más allá de la media noche, los novios sorprendieron a sus invitados con las novedosas paletas de fruta con un toque de cerveza ¡originales!
Ambos novios lucieron radiantes en su mágica noche. Mildred deslumbró con un espectacular vestido de Morilee by Madeline Gardner, un diseño elaborado en tul con apliques rebordados; un look elegante, que logró encajar a la perfección con el escenario del romántico enlace. Complementó su imagen con una diadema de swarovski y unos cómodos zapatos de tacón mediano con destellos en plata. Guillermo eligió vestir un smoking oscuro de solapa asedada firmado por el guatemalteco Saúl Mendez. Lo personalizó con su camisa blanca brocada, finas mancuernillas de murano ¡y por supuesto! zapatos de charol ¡ambos impecables!
El resultado de todo ello lo logró captar el lente fotográfico de Farah La Revista a partir de un trabajo y crónica de bodas mágica con sus preciosas imágenes; dos estilos perfectamente fundidos en un enlace único, donde la originalidad y suma complicidad reinaron por completo en la boda de Guillermo Bográn Castro y Mildred Reyes García…el reflejo más puro del verdadero amor…
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: ElDiarioHN