San Pedro Sula.- Algunas veces el destino se convierte en el cómplice clandestino de las reveladoras historias de amor en Farah La Revista…y para muestra ¡un botón! Que comenzó a abrir sus pétalos hace 11 años atrás, cuando Gustavo Adolfo y Neyde Jane se conocieron gracias a un amigo en común, Wendell Bardales. Y, aunque ese primer encuentro implicó que ambos tenían otras relaciones de noviazgo, 6 años después la vida se empeñó en un reencuentro que culminó en el fantástico “Sí, quiero” de esta pareja de enamorados.
Fue el 20 de mayo del 2013 la inolvidable fecha en que ambos iniciaron un romántico noviazgo durante un viaje a Norteamérica; precisamente en Hooters Lake Worth surgió ese primer “Sí, quiero” que se convirtió en el hilo conductor de este mágico relato de amor, para que finalmente se comprometieran en una hermosa noche de invierno en la que el cielo dejaba entrever la belleza de Saturno: Gustavo Adolfo comenzó hablando de la vida que ambos compartían y, así, sucedió… De rodillas y mirando a los profundos ojos de su futura esposa, él dio el gran paso. Y Neyde Jane, sin dudarlo, aceptó.
La ceremonia religiosa estuvo llena de momentos emotivos y sorpresas para los recién casados, especialmente para la novia, puesto que la costumbre dicta que es ella quien siempre llega tarde a la cita nupcial, sin embargo esta boda fue ¡tan excepcional! Neyde Jane esperó durante 40 minutos a bordo de un automóvil fuera de la iglesia Espíritu Santo de Jardines del Valle y, no precisamente por el novio, sino porque el padre Valderrama, quien oficiaría la boda ¡llegó tarde! Por fortuna, la paciencia y el buen humor de la joven pareja fue el antídoto perfecto ante la demora.
Tras la ceremonia celebrada, y así, entre una esencia plenamente glamurosa, con toques clásicos, los maravillosos salones del Club Hondureño Árabe se convirtieron en el telón de fondo de intensas emociones que se tiñeron de colores nude impecables y románticas flores que conformaron los detalles del enlace, adquiriendo gran protagonismo y aportando un toque de elegancia y originalidad absoluta.
Ya como marido y mujer, realizaron una sesión fotográfica en el lobby de la estancia, mientras los invitados disfrutaban del suculento aperitivo. Las fotos hablan por sí mismas: complicidad, ilusión y felicidad a raudales. La tenue luz del lugar añadió aún más romanticismo a la escena de un enlace único, donde el amor, la amistad y la complicidad más extraordinaria quedaron reflejados en imágenes realmente mágicas…
La pareja lució radiante, como merecía la ocasión. Así, Gustavo Adolfo apostó por un traje levita en tono oscuro que contrastó con un chaleco claro. Su corbata ascot puso el toque impecable al look nupcial complementado con unos finos zapatos Balenciaga. Por su parte, Neyde Jane deslumbró con un precioso vestido de la casa de David´s Bridal, diseño exclusivo de Moon Light con corte evasé y larga cola de espectacular caída. Las flores que compusieron su bouquet cascada hacían juego con el resto de la decoración floral, mostrándose en una combinación perfecta de rosas palo, verdes y nude.
Un hermoso velo catedral coronado en su fina tiara de swarovski, le dieron el toque final a su imagen de novia que resplandeció aún más con el maquillaje profesional que Mariela Bueso realizó al delinear sus facciones naturalmente. Neyde Jane confió en Realze para lucir un semirrecogido desenfadado y apostó por su comodidad durante su fiesta de bodas al cambiar sus zapatos Aldo por unos tenis de la misma marca ¡completo acierto!
Después de la cena y la fiesta postboda, los novios eligieron disfrutar de una espectacular estancia en la Suite Casa Bella donde pudieron descansar y comentar todas las anécdotas de su enlace. Sin duda una de las mejores impersiones, es despertarse el día después de la boda con esa sensación de felicidad, en un entorno precioso, y recordar todo lo vivido con los más queridos en su gran noche y, ¡Así lo vivieron los novios!
Todos estos inolvidables momentos fueron inmortalizados por la cámara de Farah La Revista que supo captar el cariño que demostraron los novios durante toda la fiesta post boda y la elegante sencillez que envolvía el ambiente en la boda de Gustavo Adolfo Guerrero Mendoza y Neyde Jane Landa Blanco García, en un enlace que surgió “cuando el destino y el amor van de la mano”.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero