San Pedro Sula. – Un retazo de cuento hecho realidad. Así fue el mágico enlace de esta pareja de enamorados, que protagonizaron en su inolvidable noche de bodas, una velada ¡auténtica! de inspiración viajera.
Katherine Daniela Enamorado Mejía y Anthony Jamil Solimán Avila al conocerse jamás imaginaron que culminarían su noviazgo de ocho años con una fiesta postboda tan original y divertida. Teniendo como padrinos a Esthela Guadalupe Rojas y Leopoldo José Torres.
Luego de consagrar su amor en una hermosa ceremonia eclesiástica en el altar de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe con la bendición del padre Juan José Brizuela, eligieron los salones Real del Hotel Real Interconiental para su gran aventura de celebración, y confiaron a Sonia Pineda Eventos la absoluta planeación y organización de cada detalle del convite nupcial.
La estancia fue sobriamente ataviada a gusto de la novia, con una apuesta floral natural de colores azul, blanco y dorado, que realzó entre cristales y elementos acorde a la temática de viajes, combinando una serie de detalles como los recuerdos, café de Finca La Concepción, de Marcala, La Paz; la mesa de dulces una variedad de delicias artesanales de varios países; y las historia de amor en sus 8 años de noviazgo de Katherine y Anthony plasmada en hojas de periódico con imágenes de ciudades emblemáticas a nivel mundial.
La preciosa novia se decantó por un vaporoso vestido que mostraba delicadas aplicaciones en su falda, escote corazón y un largo velo estilo catedral, mostrando la gracia de su encanto, elaborado por su madre doña Deisy Marcela Mejía.
El novio adquirió el protagonismo al enfundarse en un elegante smoking azul y corbatín en rojo que supo combinar con un chaleco y camisa blanca de etiqueta.
Alegres, risueños y divertidos, así son Katherine y Anthony, un reflejo de su personalidad, que fue palpable en su fiesta de esponsales, dos corazones llenos de energía, originalidad, y ¡enamorados!
Fotos: Juan Carlos Castejón / El Diario HN