San Pedro Sula.- La magia del amor, los invitados justos, el encanto indiscutible de un entorno idílico y una fiesta en mayúsculas. Así fue el “sí, quiero” de Lucas y Flor ¡Un auténtico homenaje al amor que tuvo como inspiración la primera cita en la que compartieron un exquisito café ¡un encuentro inolvidable!
Tras un año y medio de amor, estos enamorados pusieron el broche de oro a su relación con un enlace de lo más especial que tuvo como telón de fondo los salones Mediterráneo y Merendón del Club Hondureño Árabe, la estancia perfecta para que la organización y planeación de Denisse Gonzáles “hiciera de las suyas” con una apuesta muy original y fresca, llena de encanto y romanticismo puro.
En cuanto a decoración, FloralBoutiqueHN siguió esa línea de naturalidad muy personal y elegante de los novios, vistiendo su escenario en tonos nude, blancos y ¡por supuesto! café, concediendo protagonismo a los verdes follajes, cortinas de luces cálidas y flores. Destacaron también el bufet de postres con una increíble puesta en escena que encandiló a todos los invitados, así como los detalles de boda elaborados especialmente para la ocasión.
Flor se enfundó un vestido de novia de corte asirenado, escote corazón y larga cola revestida de volantes escalonados ¡una belleza! Diseño exclusivo de la casa London Brides. Una pieza discreta que destacaba por el efecto glamuroso y los bordados románticos en el cuerpo. Lo combinó con un bouquet de rosas nude con detalles café muy a juego con el velo tipo francés que coronaba su frondosa melena recogida. Todo el conjunto armonizó a la perfección con un maquillaje muy natural y fresco que Raquel Díaz obró para perfilar sus finas facciones.
Lucas, que no quería dejar de lado su estilo personal el día de la boda, eligió un tradicional smoking oscuro de solapas asedadas, lo conjuntó con una camisa blanca de botonera e –igual que hizo la mujer de su vida–, apostó fuerte por un prendido floral que hacía juego con el ramo de la novia, un corbatín negro, y como lo exige la regla de etiqueta: sus zapatos de charol.
Y, aunque ella prefiere un capuccino con leche deslactosada y mucha azúcar, mientras él apuesta por el café negro poco dulce, lo cierto es que ambos mantienen su complicidad más allá de estas sutiles diferencias…Lucas Cueva y Flor Cruz continuarán disfrutando de una taza de su café predilecto juntos, pero esta vez, desde la intimidad de su hogar, donde seguirán escribiendo su romántica historia de amor con aroma de eternidad…
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero