San Pedro Sula.- La magnífica historia de María Gabriela y David empezó hace 10 años, rodeados de anécdotas estudiantiles y la más sincera de las amistades, surgió un increíble relato de amor que les permitió crecer, madurar y vivir fantásticas aventuras juntos, siempre respetando la personalidad del otro hasta unirse en un mismo pensar y sentir.
Y después de charlas sin fin y cómplices desde el primer momento, ambos jóvenes cruzaron la complicidad que les llevó a compartir un maravilloso viaje juntos: el resto de su vidas. Luego de darse el “sí, quiero” en la iglesia Nuestra Señora de Suyapa durante la ceremonia concelebrada por los padres Luis Anderson y Gustavo del Cid, los novios y toda la comitiva nupcial se dirigieron a los amplios salones del Club Hondureño Árabe, un escenario vestido de blancos impecables, tonalidades púrpura, rosa y blanco que armonizaron entre verdes follajes.
La hermosa pareja se decantó por vestir su telón de fondo con un estilo elegante y muy personalizado, confiando así en el talento decorativo de Jackie Cabrera que complaciendo los refinados gustos de la novia, hechó mano a una paleta de colores poco convencional para este tipo de ocasiones, pero obteniendo resultados absolutamente maravillosos en cada rincón de la estancia, concediendo protagonismo al entorno primaveral.
El especial encanto de un montaje impecable que dispuso de la planeación y organización de Marcela Cueva, quien llevó de la mano paso a paso cada detalle con los novios, hizo de la ceremonia y fiesta postboda un evento de categoría absoluta con una mezcla exquisita de elementos que brindaron equilibrio, armonía y delicadeza en un enlace lleno de simbolismos.
La amenización orquestal con la voz de Silvia Rodríguez y Naty Paz como Dj, fueron los encargados de poner melodías en esta gran noche, convirtiéndose en la absoluta banda sonora del “sí, quiero” de esta pareja de sampedranos, que no dudó ni por un instante en disfrutar su mágica velada nupcial acompañados de su círculo de amistades más cercanas y familiares.
Todo el outfit de los novios fue verdaderamente de ensueño. El look de María Gabriela reveló su estilo desde cualquier ángulo; se vistió con un traje de la más reciente colección de la casa Allure, un maravilloso vestido de corte princesa, escote delantero y espalda ilusión con suave velado, decorado con aplicaciones de encaje transmitiendo una imagen sensual y muy sofisticada. Bridie Zoar esculpió sus delicadas facciones juveniles con un maquillaje natural y fue Sonia Hécules, con un recogido bajo y desenfadado, quien le puso el toque final a su porte de novia. David Alberto no se quedó atrás, pues apostó por lucir como todo un galán, enfundado en su smoking de tonalidad oscura, camisa blanca de etiqueta, corbatín negro, zapatos de charol y unas mancuernillas de oro Patek Phillippe ¡Una pareja perfecta!
Fue un enlace en el que cada uno de los detalles ligaba a la perfección con el entorno, desde la perfecta iluminación y decoración del lugar, hasta la puesta en escena y sesión fotográfica con los recién casados, permitiendo así que el equipo fotográfico de Farah La Revista captara increíbles imágenes llenas de luz y emotividad, en las que se pueden apreciar cada uno de los mágicos instantes que se vivieron en la boda de María Gabriela Ramos y David Alberto Mejía…un “Sí, quiero” con el primer amor…
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero