San Pedro Sula.- Tras coincidir en la universidad y conocerse, esta pareja de enamorados dio un giro a sus vidas. Dos manos unidas, dos corazones enlazados y un mismo camino… Rey y Grace comenzaron una bonita relación de noviazgo hace casi 8 años. Ambos eligieron el mes de enero para dar el gran paso y amándose como el primer día, se dieron el “sí, quiero” en una cálida ceremonia que se realizó en La Iglesia Guadalupe de La Lima.
Ambos novios lucieron impecables en su gran noche, acordes por completo con el escenario y ¡por supuesto! haciendo del amor, el sentimiento predominante de su romántica cita. Así, la novia se decantó por un vestido tradicional de larga cola, diseñado en organza rebordada y escote corazón cubierto de fino encaje brocado. El toque de color lo aportó su precioso bouquet que combinó rosas en tonalidades nude con pinceladas en rojo y blush, sus zapatos de tacón y unos llamativos pendientes de swarovski, acentuaron su look glamuroso, y ¡radiante!
En cuanto al novio, Rey se decantó por un Frac a medida, de elegante estilo, compuesto por camisa blanca de etiqueta y chaleco gris perla que contrasto con su corbata ascot. Un equipo de estilistas profesional se encargó del toque final, ocupándose del peinado de ambos novios.
Y así como tenían claro en qué fecha se darían el “sí, quiero”, Rey y Grace, sabían que no podía ser otro el lugar, más que el Hotel Maya Colonial, el espacio ideal que acogió su recepción de bodas. Gracias a su profesión, Roberto García pudo exprimir al máximo todo lo que sabía sobre tendencias nupciales para vestir el escenario de esa gran noche a la perfección.
Queriendo enlazar sus vidas en una boda llena de simbolismos, la pareja apostó por vestir la estancia bajo un manto de estilo elegante, con una mezcla exquisita de elementos que brindaron equilibrio, armonía y delicadeza en una decoración pensada al detalle.
Belleza, libertad de espíritu y diversión; elementos que estuvieron presentes en todo momento para Reynaldo Maldonado y Grace Gutiérrez, y de los que pudo hacerse eco Farah La Revista, gracias al trabajo fotográfico profesional de Samuel Romero.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero