San Pedro Sula.- Después de compartir un sinfín de experiencias juntos y conocerse cada día más durante 4 años de noviazgo, José y Vanessa decidieron dar un paso más en su bonita relación. La gran noche inició en la Iglesia Nuestra Señora de Suyapa, y su prioridad fue compartir su amor con sus seres queridos y disfrutar de un enlace cuidado hasta el más mínimo detalle.
Hacía tiempo que la idea de casarse rondaba por la cabeza de José y, aunque lo había expresado varias veces en voz alta, Vanessa lo tenía claro: no aceptaba una pedida de mano sin un anillo de por medio.
Había llegado el momento de dar el gran paso. La pareja de enamorados se comprometió en el 2017. Caballerosa y amorosamente, el novio le mostró una hermosa cajita mientras formulaba la gran pregunta, pero esta vez con un anillo de compromiso… ella lo miró a los ojos y le dio la esperada respuesta: “sí, quiero casarme contigo”.
La fecha escogida para el mágico enlace fue el pasado sábado 17 de marzo para ser exactos. El buen tiempo permitió celebrar armoniosamente la ceremonia eclesiástica y la posterior recepción de bodas en los salones Belén y Palestina del Club Hondureño Árabe. La pareja se decantó por unos outfits de acuerdo con el estilo del enlace. Con diseños sumamente exclusivos, elegantes y de caída muy natural que encajaban a la perfección con sus personalidades.
José y Vanessa consiguieron crear el equilibrio perfecto entre elegancia y tradición con una decoración llena de encanto y transparencia que confiaron a Casa Jardín y Más, que de la mano con la planeación y coordinación de Irela Pérez, tenían el éxito asegurado.
La boda de José Vallecillo y Vanessa Nasrala fue inolvidable, no cabe duda de ello. Los ojos llenos de ilusión de los novios, la emoción que sintieron sus seres más queridos por estar presentes en una noche tan maravillosa para la pareja y la cuidada decoración del enlace con exquisitos detalles entre cristales que se mezclaron con tonalidades blanco y nude, convirtieron el “sí, quiero” de estos recién casados en una velada llena de magia.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero