San Pedro Sula.- Tras 18 meses viviendo una relación absolutamente mágica, llegó el momento en el que Gabriela Alejandra y Ricardo decidieron dar un paso más en sus vidas: ¡formalizar su amor en un enlace inolvidable! Encantadores, con las cosas bien claras y con una idea concisa de todo cuánto querían en ese “sí, quiero”, esta pareja de enamorados se puso manos a la obra… y el Club Hondureño Árabe, más concretamente el salón Jerusalén, se convirtió en el romántico escenario que presenciaría su esperada cita.
En ese escenario de cuento de hadas, oculto en el verde brillante de un sinfín de imponentes detalles decorativos, la pareja se decidió por la celebración de su recepción postboda. Así, la ceremonia religiosa fue oficiada por el padre Héctor Londoño en la preciosa iglesia La Santa Cruz, mientras que el convite tuvo lugar en el sorprendente e innovador espacio del Club Árabe.
Gracias a la belleza característica del propio lugar, la pareja vistió su escenario de finas y delicadas pinceladas que reflejaban su personalidad y para ello, se sirvieron de un estilo chic inconfundible y absolutamente maravilloso, donde cada detalle del entorno obtuvo el resultado deseado. Parte del telón de fondo también lo protagonizó la iluminación, gracias a las velas y a un sinfín de luces cálidas que se dejaban ver por encima de las propias mesas.
Gabriela apostó por un precioso vestido de corte asirenado diseñado en organza rebordada, un recogido clásico desenfadado que complementó con un fino tocado de y sus pendientes de swarovski. Su bouquet romántico en cascada de rosas de tonalidades nude elaborado especialmente para ella. Por su parte, el novio lució un elegante smoking clásico oscuro y zapatos de charol en negro.
De esta gran noche fue testigo el equipo fotográfico de Farah La Revista, que supo captar a la perfección la magia de cada instante. Sonrisas, miradas de complicidad, lágrimas de emoción… momentos de un día lleno de romanticismo, que quedaron guardados en el recuerdo en forma de imágenes brillantes de la boda entre Gabriela Alejandra López y Ricardo Pineda.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero