La monarca cumplió el pasado mes de febrero 65 años en el trono, un tiempo récord que supera al de su tatarabuela la reina Victoria quien gobernó durante 63 años (1837-1901).
La reina Isabel II, celebra en privado en el Castillo de Windsor y no será hasta junio cuando comiencen los festejos oficiales, tal y como dicta la tradición desde el siglo XVIII.
La monarca se mantiene activa y entre otros compromisos continúa apoyando a casi 600 organizaciones caritativas, aunque en los últimos años ha pasado la estafeta de sus compromisos reales a su hijo Carlos y sus nietos los príncipes Guillermo y Enrique.
La reina, quien nació con el título nobiliario de princesa Elizabeth Alexandra Mary el 21 de abril de 1926 celebró el año pasado 90 años con sendos festejos.
La monarca no era al nacer la heredera directa al trono británico, pero su destino cambió con la abdicación de su tío el rey Eduardo VIII en 1936.
Al renunciar al trono se abrió la puerta para que su hermano el príncipe Alberto -padre de la reina y segundo en línea de sucesión- fuera coronado rey.
Tras la muerte de su padre el 6 de febrero de 1952, la reina Isabel ascendió al trono y la coronación tuvo lugar al siguiente año.
En su larga trayectoria pública, la Jefa de Estado de Gran Bretaña y los países de la Mancomunidad Británica (Commonwealth) ha convivido con 13 primeros ministros, entre ellos Winston Churchill (1951-1955) y Margaret Thatcher (1979-1990).
Como marca la tradición inglesa el monarca en turno celebra su cumpleaños cuando el clima en las islas británicas mejora en el mes de junio con el desfile militar “Trooping the Colour”.
Isabel II está casada con Felipe, Duque de Edimburgo con quien procreó cuatro hijos: el príncipe Carlos (primero en la línea de sucesión), la princesa Ana, y los príncipes Eduardo y Andrés.
El próximo 20 de noviembre la pareja real celebrará 70 años de matrimonio.
La reina goza de altos niveles de popularidad y no hay señales de que pudiera abdicar al trono en favor de su primogénito el príncipe Carlos, de 68 años de edad.