San Pedro Sula. – ¡Por fin llegó el gran día! Roosevelt Villeda y Karol Rodríguez unieron sus vidas en matrimonio en una ceremonia religiosa que tuvo como escenario la Iglesia María Reyna del Mundo, donde sus padres, familiares y padrinos de boda, fueron testigos de la culminación de su romántica historia de amor que continuarán escribiendo cada día de sus vidas.
Fue el padre Albeiro Quintero, quien viajo a Honduras desde Colombia para oficiar la ceremonia consagrada donde Roosevelt y Karol fueron declarados marido y mujer.
Eligieron como epicentro de su gran día, el Salón Jerusalén del Club Hondureño Árabe, que ataviado con una delicada apuesta floral natural se convirtió en el lugar ideal para la esperada celebración postboda. De inspiración clásica y sumamente elegante, la estancia se mostró como el lugar perfecto para enmarcar el festejo nupcial que la pareja de enamorados imaginó alguna vez.
Confiaron a Skarlet & Jeannette Cortes, de la firma de planificación Event Planners, la coordinación y montaje de su maravillosa celebración nupcial, en la que impecables lienzos blancos, finos cristales y un mobiliario de primera categoría, compartieron protagonismo con la puesta en escena.
Como parte del protocolo, la madre de la novia, Ángela Rodríguez, invitó a todos los invitados a alzar sus copas y brindar con fina champaña por el futuro y crecimiento familiar de los recién casados.
Ambos novios brillaron con luz propia. Sus estilos personalizados les permitieron lucir tan sobrios como impecables. Karol se decantó por una moderna pieza de fino encaje comprado en la Casa Bogota Quality B&E y elaborado en Suzhou, Jiangsu, China…el estilismo de su cabello y el maquillaje, complementaron su look de novia enamorada. Por su parte, Roosevelt eligió para su noche de bodas un clásico smoking en azul y solapa oscura, camisa blanca de etiqueta y un botonier que armonizaba con el bouquet de la novia.
Fue una fiesta de boda cuidada al mínimo detalle, donde el protagonismo y complicidad de los novios reflejó a cada instante la pura esencia de sus corazones.