Con numerosos ejemplos cercanos, la estrella de los Celtics de los 80 reconoce despertarse muchas noches con esta idea.
En los últimos tiempos la NBA ha visto como han desaparecido algunas de sus leyendas del pasado: Darryl Dawkins, Moses Malone, ‘Hot Rod’ Williams, Anthony Mason… El mismo destino sufrieron otros jugadores de esa misma época: Christian Welp, Jack Haley, Jerome Kersey…Algunos de ellos fallecieron relativamente joven y con un denominador común: ataque al corazón. Además hubo casos en los que no se registraron problemas cardíacos anteriores.Larry Bird, una de las grandes estrella de la NBA en los años 80, tiene su propia teoría: “No ves muchos jugadores de siete pies (2,13) y 75 años andando por la calle. Sé que hay unos pocos de nosotros que viven más tiempo, pero lo normal para la gente alta como nosotros es no durar demasiado”.Con estas palabras, Bird (59 años) está convencido de que sus días acabarán pronto: “Me despierto muchas noches pensando en ello”.
No es el único. Bill Walton (63), que jugó con Bird en los Celtics de los 80, también piensa lo mismo. Walton sugrió problemas neuronales en la espalda y en 2008 llegó a contemplar el suicidio por culpa del dolor.Conocedora de este problema, la NBA ha intensificado los exámenes cardiovasculares en los jugadores de la NBA, pero la idea que maneja Bird sobre la ‘poca duración’ de los hombres alto, cada vez tiene más adeptos en la NBA.