Según el director Charlie Kessler, los supuestos creadores de la famosa serie “Stranger Things”, los hermanos Matt y Ross Duffer, tomaron la idea original de una conversación con él en 2014 en una fiesta en el Festival de Cine de Tribeca, motivo suficiente para establecer una demanda legal en el juzgado de Los Ángeles, California.
Charlie Kessler asegura que “Stranger Things” está basada en “Montauk” (2012), un corto sobre fenómenos paranormales que se estrenó en el Festival Internacional de cine de Hamptons en 2012 y del que Kessler les habló a los Duffer y que pretendía convertirse en una película titulada The Montauk Project, mismo título que, según Kessler, tenía “Stranger Things” cuando se presentó a Netflix. De hecho, así era llamaba en sus primeros pasos de desarrollo dentro de la plataforma.
El argumento con el que los hermanos Duffer la vendieron a la plataforma online era “una carta de amor” a los clásicos de los ochenta que cautivaron a una generación. La serie se desarrolla en 1980 en Montauk, Long Island, donde un niño desaparece.
Mientras los amigos, la familia y la Policía buscan respuestas, se sienten atraídos por un misterio extraordinario que involucra experimentos gubernamentales de alto secreto, fuerzas sobrenaturales aterradoras y una niña “muy extraña”.
La historia de Kessler también estaba formada por un niño desaparecido, una base militar cercana en la que se realizan experimentos con niños y un monstruo de otra dimensión.
En su demanda, Kessler pide una indemnización y que se destruyan todos los materiales que tengan los Duffer de “Stranger Things” que estén basados en sus conceptos de Montauk. Según el demandante, las ideas que dio a los Duffer les permitieron tener un “éxito masivo” en Netflix, con las que hicieron “enormes sumas de dinero”.
Tras su estreno en 2016, “Stranger Things” se convirtió en uno de los grandes éxitos de Netflix. Su segunda temporada se estrenó en otoño de 2017. Dada la buena acogida de la ficción y su popularidad, los niños protagonistas han logrado un gran aumento para la tercera temporada, en la que ya se está trabajando, y cobrarán 10 veces más que antes.
Así, los niños pasarán de cobrar alrededor de 30.000 dólares por capítulo a entre 200.000 y 250.000 dólares por episodio, aunque Millie Bobby Brown, Once en la ficción, tendrá una subida mayor que el resto de compañeros y casi se igualará con los protagonistas adultos, que cobrarán unos 350.000 dólares por cada entrega de la tercera temporada.