San Pedro Sula.- Con aire romántico y sensual la novia caminó hacia el altar de la iglesia María Reina del Mundo, en donde el padre Juan Fernando Serrano bendijo el matrimonio de Paul Ritter y Daniela Handal, quienes en medio de la emoción se juraron amor, intercambiaron alianzas y por supuesto, sellaron el sacramento con un beso que parecía marcar la eternidad de sus promesas.
La imagen de la novia evocaba un sentido etéreo, dando la sensación de estar en el aire, luciendo un vestido de corte sirena con escote de corazón, dejando sus hombros y parte de su espalda al descubierto, complementándose con unos volantes que caían en cascada manteniendo su forma y culminando con una cola que provocaba una elegante transición al caminar. Creación exclusiva de un renombrado diseñador australiano. El novio lució de lo más apuesto con un smoking propio para esa gran noche.

Tras el ingreso de los recién casados a los amplios salones del Club Hondureño Árabe, el brindis y el vals fueron los momentos más emotivos. De inmediato comenzó la fiesta bailable amenizada por el grupo Danto y Dj Blanco.


Elegantes jarrones dorados, ramas de manzanita, gladiolas, hortensias, rosas, lisianthus, ornamentados con burbujas de cristal que se desprendían entre collares de fina pedrería, hicieron que la atmósfera fuera acogedora y llena de sobriedad, acentuándose con la iluminación tenue que reflejaba el brillo de los manteles dándole un toque glamuroso a la recepción. Todo, creación sublime de Alexandra Lockmer.

Richard Ritter, Rossana Martínez de Ritter, Geovanny Handal y Rossina Casaloto, padres de la gentil y hermosa pareja, se unieron en compañía de los padrinos de boda, Dagmar Ritter y Maximiliano Vichenti, a esa memorable celebración en la que casi al amancer, los novios aprovecharon para despedirse y recibir los mejores augurios, ya que ahora mismo disfrutan de su viaje de luna de miel en un tour por la antigua Grecia.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero















