Empeñada en sacar a Nicolás Maduro del poder, la oposición venezolana, mayoría en la Asamblea Nacional (Parlamento), recoge en pocos días las 195.721 firmas que activarán el referendo, tras ser autorizada el lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado por la oposición de aliado del gobierno.
Si el CNE valida esas primeras firmas (una por una), debe autorizar a la oposición a que recolecte luego cuatro millones de rúbricas exigidas para convocar el referendo, el cual removería a Maduro en caso de lograrse un voto más de los 7.587.532 con los que fue elegido.
Si el revocatorio ocurriera después de esa fecha y lo perdiera Maduro, la Constitución prevé que el vicepresidente -nombrado por el propio Presidente- lo reemplace. Si es antes, habría elecciones presidenciales. “Es lo que le conviene al chavismo, además de que es la interpretación lógica y real”, indicó Eugenio Martínez, especialista en temas electorales.
Risa Grais-Targow, directora para América Latina del centro de Estudios Eurasia, estimó que ello permitiría al “chavismo orquestar un cambio desde el interior”. El CNE “va a poner todo tipo de dificultades”, pero la “presión ciudadana es para que haya revocatorio este mismo año”, afirmó el jefe del Parlamento, Henry Ramos Allup.
Dentro del proceso el CNE tiene que aprobar todos los pasos, como la planilla que se utiliza para recoger las firmas, los plazos para cada paso, así como finalmente pregunta que se pondrá en la tarjeta o papeleta de la revocatoria.