Al menos 53 personas murieron este lunes en una serie de atentados en Siria que golpearon principalmente territorio bajo control del presidente Bashar al Assad y que fueron reivindicados por el autoproclamado Estado Islámico (ISIS), según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Muchas de las víctimas son militares. La agencia de noticias oficial Sana habló en total de 40 civiles muertos, informó DPA.
Dos explosiones en un puente en la ciudad portuaria de Tartus dejaron al menos 38 muertos, entre ellas al menos 16 soldados, o combatientes de milicias fieles al Gobierno. Al menos 40 personas resultaron heridas.
En la ciudad mediterránea, feudo de la minoría religiosa de los alauitas, a los que pertenece Bashar al Assad, estalló primero un automóvil cargado de explosivos. Cuando varias personas y rescatistas acudieron al lugar para ayudar a las víctimas, un terrorista suicida se hizo volar por los aires en medio de la multitud, informó la televisión estatal.
En la ciudad de Homs, en el centro de Siria, murieron al menos cuatro personas por la explosión de una bomba en un barrio habitado mayoritariamente por alauitas. Otras cinco personas perdieron la vida en la ciudad de Hasaka, en el noreste de Siria, por la detonación de una bomba junto a un puesto de control de las fuerzas de seguridad kurdas.
Tres personas murieron además por la explosión de una bomba en Sabora, al oeste de la capital siria, Damasco. Otra explosión, en la ciudad central de Homs, causó la muerte a al menos dos soldados.
Las explosiones en Tartus, Homs, al oeste de Damasco y en Hasaka fueron perpetradas por “combatientes del Estado Islámico”, informó hoy Amaq, una especie de portavoz de la milicia terrorista. En los ataques suicidas llevados a cabo sobre todo en zonas bajo control del régimen perdieron la vida numerosos miembros del Ejército, añade el texto.
La milicia terrorista perdió el domingo las últimas áreas que estaban bajo su control en la frontera entre Siria y Turquía. El grupo suele cometer atentados en venganza por sus derrotas.