Los zombis son más que muertos vivientes. Desde sus primeras presencias en una pantalla, han servido para articular un mensaje político y social que va más allá del horror. Cuando los infectados de Fear the Walking Dead deciden aposentarse en la frontera entre México y Estados Unidos en la era de Donald Trump, todo puede pasar. A punto de estrenar su tercera temporada —en AMC, de forma simultánea a su emisión en EE UU en la madrugada del lunes; los capítulos se reemiten cada lunes a las 22.10— y con una cuarta ya confirmada, los creadores de la serie parecen dispuestos a asumir mayores riesgos con esta franquicia hermana de The Walking Dead.
En las dos primeras horas de esta entrega —la ficción regresa con capítulo doble— ocurre de todo, con mucha acción, un ritmo acelerado y varias vueltas de tuerca que definirán tanto el ambiente como el ritmo del resto de episodios. “Si la segunda temporada trató la destrucción de la civilización de Occidente, la tercera trata sobre la supervivencia. Por eso empezamos de manera tan intensa; la trama está dirigida por la acción”, afirma Colman Domingo, quien encarna a Victor Strand.
El rodaje vuelve a Rosarito (México), una localidad al lado del mar entre Tijuana y Ensenada. Su tranquilidad, interrumpida solo por algunos turistas estadounidenses, contrasta con el caos que después se ve en la pantalla. Los productores han generado no solo un universo zombi en el estudio que se construyó para filmar Titanic, sino que han generado todo un fenómeno entre la población. Las autoridades locales ofrecieron incentivos para facilitar la grabación y cientos de ciudadanos se apuntaron para trabajar como extras.
Uno de los participantes en esta nueva tanda es el director sevillano Paco Cabezas, quien relizará el décimo capítulo de la temporada. “Para mí, Fear the Walking Dead es un programa que recoge lo que a la gente le gusta de The Walking Dead y lo trae a la cultura más latina, más mexicana”, señala.
La diversidad que siempre ha caracterizado a Fear… continúa presente. Además de la presencia de latinos en el reparto, los productores no han dudado en incluir diálogos en español con subtítulos en inglés. También contará con la presencia de nativos americanos en la trama, según se puede ver en el tráiler.
El principal reto será mantener el ritmo de su arranque y profundizar en los detalles que la diferencian de The Walking Dead, como el énfasis en las relaciones familiares, la diversidad de personajes y su ubicación. “Estoy muy orgullosa de esta temporada. La frontera entre México y Estados Unidos ya no existe en el apocalipsis y todo es muy violento. Mi personaje, por ejemplo, se vuelve despiadado y oscuro porque eso es lo que necesita hacer para proteger a su familia”, adelanta la actriz Kim Dickens, Madison en la ficción.
Ventajas de un país
Rodar una serie estadounidense en México puede resultar complicado. La mitad del equipo de producción habla inglés y la otra mitad, español. Sin embargo, los principales intérpretes de Fear the Walking Dead afirman que no lo cambiarían por nada. “Me he convertido en un embajador de México. Hemos podido conocer de primera mano lo encantador que es este país y su gente, todos son cordiales y generosos”, afirma Cole Domingo, quien reconoce que al principio estaba preocupado por las noticias sobre la inseguridad del país. “Yo también amo a México, no me pienso mover de aquí. Cuando mi familia me quiere ver, los obligo a venir desde Miami”, señala la actriz cubana Danay García, Luciana en la serie.