Un usuario de las redes sociales había reportado que vio al actor “corriendo enloquecido y muy asustado por el Boulevard Agua Caliente y Avenida Tapachula” en México
Después de que se ventiló en redes sociales que Rafael Amaya había tenido un ataque psicótico en el que había deambulado por las calles de Tijuana, Baja California, al presentar delirio de persecución, es su mánager quien niega tal afirmación y asegura que el actor “está limpio”.
Trascendió que Amaya fue visto “corriendo enloquecido y muy asustado por el Boulevard Agua Caliente y Avenida Tapachula”; sin embargo, su mánager, Karen Guedimin, negó al programa “Suelta la Sopa” que el actor haya recaído en adicciones y dijo que él solo intentaba abordar un taxi.
“En la publicación dicen que estaba desquiciado, pero él nada más pidió un taxi en una gasolinería que está ahí”, relató en una entrevista para el programa de espectáculos. Esto se contrapone con dichos de redes sociales que señalan que tras estar corriendo por calles de Tijuana, el actor fue ayudado por un conductor, lo cual desató que Amaya entrara en pánico, al pensar que corría peligro.
“Seguía con una ansiedad tremenda y empezó a llamar al 911 para pedir que lo ayudaran porque lo querían secuestrar y él buscaba hacer su declaración en el Ministerio Público”, se lee en las redes sociales.
La mánager explicó que esto es mentira, pues él solo quería tomar un transporte afuera del departamento en el que se hospeda en Tijuana.
“No tiene a nadie que viva en Tijuana, estaba en un departamento que tiene ahí y su familia vive en Tecate (Baja California). No salió de la casa de su familia ni nada, él salió a pedir un taxi e iba a ir a una dirección. Bien lo dicen, estaba en una zona residencial y está por ahí su departamento. Es lo que pasó”, señaló Guedimin mientras reveló que el actor se encuentra bien de salud y aunque hoy está bien, su lucha contra las adicciones es un trabajo diario.
Con información de El Universal