Gran parte del mundo conoció a la actriz Margot Robbie como la niña rica que seducía a Leonardo DiCaprio en ‘El lobo de Wall Street’, película en la que protagonizaba un comentadísimo desnudo frontal. Pero aunque esa fuera su tarjeta de presentación, en realidad la intérprete nunca se ha sentido cómoda quitándose la ropa frente a las cámaras, por eso, en el momento de rodar ese tipo de escenas, intenta olvidar que más tarde miles de personas van a verla en la gran pantalla.
“Cuando ruedo, no pienso en el hecho de que la película va a estrenarse luego en el cine. Si tengo que hacer algo embarazoso, me muero de vergüenza delante de, digamos, unas cien personas del equipo de rodaje. Si tengo que estar en bikini pienso: ‘Oh dios, van a verme en bikini’. Dieciocho meses después millones de personas van a ver esa escena, pero a mí ya se me ha olvidado”, confiesa a la revista ShortList.
En su última película, ‘La leyenda de Tarzán’, Margot ha tenido que enfrentarse a un reto casi igual de complicado que desnudarse: fingir que sabía cómo sobrevivir en medio de la jungla a pesar de no haber puesto nunca un pie en una.
“¡No sabría qué hacer en la jungla! Es un terreno que nunca he experimentado. Creo que estaría ligeramente más preparada para el campo australiano, pero incluso ahí no sé si podría sobrevivir. Seguramente algo me comería bastante rápido”, bromea la actriz.
Sin embargo, la película tampoco le dio la oportunidad de medir sus habilidades en un entorno salvaje, ya que en realidad se rodó en un estudio en el que recrearon hasta el más mínimo detalle de la jungla.
“[Para ‘La leyenda de Tarzán’] construyeron un pueblo y hasta aldeas, además de un barco de 28 metros que metieron en un tanque de agua gigantesco. El estudio construyó de todo: la jungla era tan grande que podías correr a través de ella sin llegar al otro lado. Había un río en mitad del set. Era una locura, nunca había visto algo así de grande”, recuerda la australiana.