BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, se encontrará mañana por la mañana en Berlín con el expresidente estadunidense Barack Obama y después viajará a la cumbre de la OTAN en Bruselas, donde coincidirá con el sucesor de éste en la Casa Blanca, Donald Trump.
En el día de la Ascensión, festivo en Berlín, y sobre un gran escenario situado frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo, Merkel y Obama debatirán sobre la necesidad de asumir responsabilidades, en casa y en el mundo, en una “democracia comprometida”.
Es el principal acto de las jornadas de la Iglesia evangélica alemana en el 500 aniversario de la reforma protestante y se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre reforzadas medidas de seguridad tras el mortal atentado de Manchester.
El portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, señaló hoy que Merkel ha informado a Trump de su encuentro mañana con Obama, al frente ahora de una fundación que lleva su nombre.
Obama regresa a la ciudad en la que cerró su última gira europea como presidente estadunidense el pasado noviembre, unos días después de la victoria del republicano Trump frente a Hillary Clinton, y se reencontrará con quien fue una de sus principales aliadas en el continente.
Si yo fuera de aquí, si fuera alemán, sería su seguidor, le daría mi voto”, aseguró en su última rueda de prensa junto a Merkel, que todavía no había anunciado su intención de presentarse a las elecciones para un cuarto mandato.
Según Seibert, la canciller no espera que Obama le ratifique su apoyo ahora que ya ha presentado su candidatura para septiembre, como hizo con el francés Emmanuel Macron antes de la segunda ronda de las elecciones presidenciales galas.
No obstante, la sintonía entre Obama y Merkel era patente, como lo son las diferencias entre Merkel y Trump, que recibió en un frío encuentro a la canciller en la Casa Blanca el pasado 17 de marzo.
Tras el acto en la Puerta de Brandeburgo, Merkel viajará a Bruselas para participar en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que inaugurarán la nueva sede de la Alianza construida en un terreno escenario de batalla en las dos guerras mundiales.
Trump descubrirá un monumento a las víctimas del 11S y a la defensa colectiva, y Merkel, una pieza del muro de Berlín.
Tras la reunión de la OTAN, ambos volverán a verse en la cumbre del G7, que se celebrará el viernes y el sábado en la ciudad siciliana de Taormina.
Ante esa cita, varios de los temas principales, como el comercio o la lucha contra el cambio climático, siguen abiertos ante las reticencias de la Administración Trump a comprometerse contra el proteccionismo o con el Acuerdo de París, dos de las banderas de la canciller.