El argentino Leo Messi cumple este miércoles, 33 años, y lo hace habiendo disputado toda su carrera profesional en un solo club: el Barça.
A esta edad, Maradona daba claras muestras en el Sevilla de ya no ser el que había sido y estaba a punto de ser suspendido por dopaje por segunda vez. A esa misma edad, Pelé afrontaba el último año en el Santos, el club de toda su vida, antes de lanzarse a la aventura del New York Cosmos.
Y Cruyff ya llevaba dos años en Estados Unidos después de su etapa en el Barça y le quedaba poco para fichar por el Levante de Segunda División.
Cristiano Ronaldo, el único jugador contemporáneo de Messi que ha sido capaz de acercarse a sus prestaciones durante su reinado, a los 33 decidió dejar el Real Madrid y probar fortuna en el Juventus.
No parece que Messi, quien recientemente renovó por una temporada más con el Barça, tenga intención de emular los pasos de ninguno de ellos.
El emblema del Barça llega a esta edad cumpliendo la pretensión de ser un jugador de un único club. Ayer ante el Athletic de Bilbao disputó su partido oficial número 722 con el conjunto catalán, una cifra muy cercana a los 767 de Xavi Hernández, quien actualmente aún es el jugador que más veces ha vestido la camiseta azulgrana.
Messi aprovechó el encuentro contra los bilbaínos para dar la asistencia del tanto que dio la victoria al conjunto de Quique Setién, pero no pudo anotar su gol oficial número 700 sumando los conseguidos con el Barça (629) y con la selección argentina (70).
Este cumpleaños es el primero que el argentino está pudiendo celebrar junto con sus compañeros azulgrana gracias al retraso en la finalización de La Liga por la pandemia del coronavirus.
El año pasado Messi festejó su cumpleaños en Brasil el día después de conseguir con Argentina el pase a los cuartos de final de la Copa América. Y hace dos también se encontraba con la selección, esta vez en Rusia al borde de la eliminación del Mundial después de haber sumado tan solo un punto en las dos primeras jornadas de la fase de grupos.
Su aniversario más feliz a nivel futbolístico fue el de 2006, cuando el argentino cumplió 19 años. Ese 24 de junio Argentina se enfrentó a México en Leipzig en los octavos de final del Mundial y los 90 minutos finalizaron con empate a uno en el marcador.
En el 84, Messi había entrado en el terreno de juego sustituyendo a Saviola, debutando así en unos octavos en su primer Mundial, y en la prórroga Maxi Rodríguez metió a la albiceleste en cuartos gracias a una volea imparable con la que culminó una jugada en la que participó el futuro seis veces mejor jugador del mundo.
Desde entonces, ha pasado mucho tiempo. Suficiente para que Messi haya levantado cuatro Champions y 10 Ligas con el Barça. Su cuenta pendiente es la selección argentina absoluta, con la que no ha podido hacerse con ningún título a pesar de haber disputado tres finales (una de Mundial y tres de Copa América).
Pero la historia de Messi como jugador aún está lejos de poner su punto y final.
Con información de EFE