Miles de manifestantes se congregaban el miércoles en avenidas, plazas y parques de Venezuela, en una protesta que busca generar presión para un cambio de Gobierno en medio de una crisis política y económica.
Una multitud de opositores ataviados con camisetas blancas, gorras y banderas de Venezuela llegaba a las principales ciudades vituperando contra el presidente socialista Nicolás Maduro, a quien acusan de ser el principal responsable de la crisis económica en el país.
Queremos que Maduro se vaya. No es posible que nuestros hijos sufran de esa forma”, dijo, entre lágrimas, María Rojas, una decoradora, madre de dos pequeños quien confesó que debe hacer cola con ellos en busca de alimentos y medicinas.
Vamos a marchar hasta donde sea, hasta cuando sea. Queremos un cambio”, agregó, enfundada en una camisa blanca y una gorra con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana.
La oposición llamó a llenar las principales vías de todas las ciudades del país para pedir que se restablezca el orden constitucional que, dicen, quebró el Presidente.
El Parlamento, dominado por la oposición, aprobó el martes, en una acalorada sesión, el inicio de un juicio político a Maduro, detonado por el malestar que generó la postergación de un referéndum para revocar su mandato.
Sin embargo, a diferencia de lo que pasó en Brasil, donde Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia tras un juicio político, es necesario que la decisión pase por el Consejo Moral Republicano y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambas instituciones controladas por aliados de Maduro.
“CAMBIO URGENTE”
La semana pasada, el Consejo Nacional Electoral (CNE) pospuso un referéndum revocatorio contra Maduro hasta nuevo aviso apoyándose en sentencias de cortes regionales.
La medida enterró la posibilidad de que la consulta se celebre antes del 10 de enero del 2017. Si se realiza después de esa fecha, no es necesario celebrar nuevas elecciones y sería el vicepresidente quien concluiría el mandato de Maduro, asegurando la permanencia del socialismo en el poder hasta el 2019.
La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) consideró la suspensión de la consulta como una violación a la Constitución y dijo que batallará en tres frentes para restituir el orden democrático: en el Parlamento, en las calles con masivas manifestaciones y solicitando presión internacional.
La oposición responsabiliza a Maduro por la aguda crisis que atraviesa el país petrolero, con una inflación de tres dígitos, recesión económica, constantes fallas en los servicios públicos y una escasez persistente de alimentos y medicinas.
Henrique Capriles, líder de la oposición y dos veces candidato presidencial, no descartó que la protesta, bautizada como la ‘Toma de Venezuela’, pueda llegar a las puertas del Palacio de Miraflores, la sede el Gobierno en Caracas.
Salgo a la calle y voy a estar todo el tiempo que sea necesario porque creo que es la forma de hacer presión a este Gobierno para que cumpla con la Constitución y se dé cuenta que estamos pasando hambre”, dijo Nelson Ruiz, un profesor de 52 años en la ciudad occidental de Coro.
Lo que está sucediendo en este país nos está perjudicando a todos por igual, solo un grupo de políticos de arriba se benefician. Es urgente un cambio”, agregó.